
Con el lanzamiento del iPhone 5s, que tuvo lugar el año pasado en el mes de septiembre, el sector de la telefonía inteligente recibía un duro revés con la llegada, por primera vez, de los 64 bits a los procesadores móviles. Ahora, diez meses después, algunos fabricantes han respondido. Pero, ¿cuál es la situación real?
Han pasado diez meses desde que se lanzase al mercado el primer teléfono inteligente con procesador de 64 bits. El iPhone 5s estrenó este tipo de arquitectura y las primeras respuestas en el sector no se hicieron esperar. Una de las primeras llegó de parte de Qualcomm, uno de los fabricantes de chipsets más grandes del sector, que quiso dejar claro que los 64 bits del iPhone 5s no sólo no les asustaban, sino que no significaban un cambio demasiado significativo. Sin embargo, poco tiempo después se retractaron y se pudo saber que, en realidad, llegaron incluso a asustarse. Pero, ¿qué pasa con los procesadores de 64 bits? ¿por qué son mucho mejores que los de 32 bits?
configuración técnica de un procesador. Sin embargo, si dejamos de lado el resto de parámetros y los consideramos idénticos en dos casos en que la única variación sean «los bits», estaríamos hablando de que un procesador de 64 bits es mucho más veloz al procesar información. ¿Por qué? Lo explicamos de una forma muy sencilla.
64 bits:
0010101010110101101101011010110110100110111011100011101011101101
32 bits:
00-001010101011010110110101101011
01-011010011011101110001110101110
10-1101
Según lo anterior podemos ver que, para aportar exactamente la misma información, siguiendo una estructura de 64 bits utilizaríamos una única cadena. Sin embargo, para una estructura de 32 bits necesitaríamos un total de tres cadenas. Y es que, aunque lo mismo también cabría en dos cadenas, tenemos que agregar al principio de la cadena un nuevo «comando» para indicarle al procesador -y al software- cuál es el orden de estas cadenas, puesto que sino la información sería malinterpretada. En cualquier caso, la diferencia es obvia, en el procesador de 64 bits procesaremos la misma información a una velocidad mucho mayor, puesto que sólo necesitamos procesar una cadena para esta información y, para la misma, en el de 32 bits necesitamos un total de tres cadenas. Entonces, ¿tardará el triple el procesador de 32 bits? No exactamente, pero en este caso sí tardaría poco más del doble de tiempo en procesarlo. Evidentemente, estamos hablando de un caso hipotético en que la única diferencia entre ambos procesadores sería la arquitectura, es decir, uno de 32 bits y el otro de 64 bits.
¿Estamos preparados para el salto a los 64 bits?
Como cabía esperar tras el lanzamiento del iPhone 5s de Apple, las cosas en este sentido no son tan fáciles, al menos para el resto de fabricantes. Mientras que Apple tiene su ecosistema cerrado y se dedica al desarrollo de software y hardware con un catálogo de productos tremendamente reducido, sus homólogos Microsoft y Google -en cuanto a software- tienen las cosas mucho más complicadas. Y es que, si Apple introduce una gran novedad de hardware, sólo tiene que adaptar el software para iPod, iPad y iPhone, donde encontramos escasas «ramificaciones» y variantes.
Y si quieren introducir una gran novedad en el software, tienen que adaptar el hardware de escasos dispositivos también. Por el contrario, si Google o Microsoft quieren hacer lo mismo, tienen que contar con un enorme abanico de dispositivos diferentes, así como una gran cantidad de fabricantes de hardware de los cuales dependen, aunque ellos también tienen una importante dependencia de Google y Microsoft.
Dicho lo cual, está claro que la tendencia pasa por adoptar la arquitectura de 64 bits en todo el catálogo de teléfonos inteligentes, igual que ocurrió ya con el Bluetooth o el WiFi -o similar-. Ahora bien, ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que se implemente de forma correcta en la gama alta de Android y de Windows Phone? Y, por otra parte, a partir de aquí, ¿cuánto tiempo pasará hasta que los 64 bits se extiendan a gamas inferiores?