WhatsApp, Telegram, Snapchat, Facebook Chat…muchas de estas aplicaciones de mensajería son utilizadas a diario por millones de personas en todo el mundo. La comunicación instantánea y la facilidad de uso de las mismas han provocado el crecimiento de la base de s de las mismas, colocándose como una alternativa tangible a los servicios de telecomunicaciones tradicionales. No obstante, un estudio demuestra que muchas de ellas no son tan seguras como pudiéramos pensar.
Las aplicaciones de mensajería instantánea han cambiado de forma radical la forma que tenemos de comunicarnos. Si hace tan solo unos años los SMS eran la opción favorita para transmitir un mensaje corto y directo a alguno de nuestros os, la posibilidad gratuita que ofrecen estas aplicaciones para enviar mensajes de forma gratuita y mantener conversaciones con amigos y familiares han provocado que algunas de ellas como WhatsApp haya superado los 600 millones de s activos al mes en todo el mundo u otras de la competencia, como Telegram, con infinidad de funciones o con WhatsApp o Telegram, deben seguir mejorando e implementando nuevas funciones que subsanen estas carencias.