Con muy alta frecuencia vemos cómo los fabricantes de teléfonos inteligentes lanzan nuevos dispositivos móviles de alta gama y, sin embargo, la estadísticas de mercado demuestran que la mayoría de s mantenemos un terminal de gama media o gama baja. En estos, fácilmente nos quedamos sin memoria y, si no tenemos ranura para tarjeta micro SD… no, no lo tenemos todo perdido.
Los s de dispositivos con sistema operativo móvil Android disfrutan en mayor medida -por cantidad de terminales con esta característica- de la ranura para tarjeta micro SD. Por otra parte, aunque en menor cantidad, los s de equipos con Windows Phone también se benefician de esta característica y, por último, los de iPhone son los que sí se quedan completamente fuera de esta ventaja.
En cualquier caso, también en Windows Phone y Android encontramos equipos de las gamas media y baja sin
Cambio de móvil porque no me queda memoria, ¿es necesario?
No es difícil encontrar s que «se ven obligados» a cambiar su teléfono inteligente por un modelo más nuevo motivados por haberse quedado sin espacio de almacenamiento disponible en su terminal anterior. ¿Tiene sentido? Aunque muchos s son los que desconocen esto, en realidad no es tan preocupante quedarnos sin memoria en el terminal, por lo que no en todos los casos -de hecho, en la menor proporción- será necesario cambiar nuestro equipo por habernos quedado sin espacio de almacenamiento suficiente para continuar almacenando archivos.
El problema, sin embargo, está en la gestión o istración que hacemos de este recurso, la memoria interna de nuestro equipo. Y es que, llevando a cabo las buenas prácticas y consejos que a continuación os explicamos de forma desarrollada, podemos optimizar el almacenamiento de nuestro teléfono inteligente y aprovecharlo durante más tiempo, lo que nos permitirá ahorrarnos un cierto dinero y, por otra parte, cambiar cada más tiempo de terminal, por lo que el «salto» será mayor en cuanto a las características técnicas.
Almacenamiento en la nube, la solución a todos tus problemas
No eres el único al que le gustaría rechazar el almacenamiento en la nube a cualquier costa, pero es innegable que, expuesto todo lo anterior, es la mejor solución que podemos encontrar. Si no contamos con tarjeta micro SD, lo cual no será raro en absoluto, podemos dejar en nuestro teléfono inteligente únicamente «lo inmediato». Es decir, los archivos del sistema -lo que es inevitable almacenar- y los archivos o fotografías que utilicemos «en el día a día». Y es que el resto de documentos, archivos y fotografías, podemos dejarlos almacenados en la nube, de tal forma que no ocupen espacio en nuestro teléfono inteligente.
Existen una enorme cantidad de servicios y aplicaciones que nos permiten hacer esto, y dos de ellas son Google Drive y Dropbox. Ambas soluciones cuentan con un servicio gratuito de almacenamiento limitado y, por su parte, Drive cuenta además con una completa solución de ofimática. Con ambas soluciones de software -y almacenamiento en la nube-, al igual que con muchas otras alternativas, podemos configurar un ajuste que, automáticamente, «vuelque» las fotografías que realizamos y los vídeos que tomamos con la cámara de nuestro terminal directamente en la nube. Además, el consumo de ancho de banda no tiene por qué incrementarse, puesto que las descargas y subidas de información podemos hacerlas a través de una conexión WiFi.
En este sentido, evidentemente, también debemos tener precaución de no estar continuamente «jugando» con nuestra nube cuando estamos operando bajo una red de datos móviles, puesto que consumiremos el ancho de banda fácilmente. En cualquier caso, esta solución nos garantiza que teléfonos inteligentes con tan solo 4GB ú 8 GB de memoria interna puedan seguir siendo utilizados a diario por s que, sí, trabajan en sus teléfonos inteligentes con gigas y gigas, pero todo ello en la nube. Además, todo aquello que almacenemos en la nube estará disponible también en otros teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores.