El debate sobre la libertad de expresión en las redes sociales parece no zanjarse nunca. Vuelve a resurgir tras haber sido detenido un de Facebook por «atentar contra el honor» del agente de la Policía Nacional, Javier Ortega, fallecido en la estación de Metro de Embajadores tras ser empujado por un joven a las vías.
Facebook, Twitter y otras redes sociales son «mal utilizadas» por algunos s. Y en cuanto a «mal utilizadas» nos referimos a este tipo de sucesos en los que, incluso, ciertos individuos son detenidos por delitos de difamación, atentado contra el honor, acoso y otros
No, no podemos decir lo que queramos en las redes sociales
Detrás de la pantalla del ordenador, a quién extrañarán estas palabras, hay una enorme cantidad de s que se sienten protegidos por el anonimato y lanzan sus mensajes llegando mucho «más allá de la libertad de expresión». Existe, evidentemente, somos libres de expresar, pero ciertas manifestaciones contra el resto de s -personas, empresas, organizaciones…- pueden llevarnos a incurrir en delitos que, evidentemente, serán asociados a nuestra persona. De hecho, en el caso de este individuo ha sido realmente fácil, puesto que en el perfil personal de su cuenta de Facebook aparece información personal para identificarle fácilmente, pero incluso cuando somos «anónimos» se puede rastrear nuestra dirección IP, o utilizar métodos bastante más sofisticados. Luego, ¿podemos decir lo que queramos en las redes sociales? La pregunta que deberíamos hacernos en realidad es: ¿Podemos decir lo que queramos? No.