Llevar dinero en la cartera y pagar cualquier cosa es algo que en un futuro cada vez más próximo puede tener los días contados. A la comodidad que desde hace años aportan medios de pago como tarjetas bancarias, se unen servicios como la banca online, smartphones y las plataformas de pago que permiten por un lado facilitar las cosas a los ciudadanos y por otro ayudan a controlar el flujo de dinero en el mundo. Los bancos centrales de todo el mundo se plantean a final de mes nuevas medidas para acabar con los pagos en efectivo.
El problema de la corrupción está muy de actualidad y buena parte de los conflictos sobre este tema llegan por el cobro y pago de grandes cantidades de dinero negro, que son imposibles de regular. Ante este problema, las autoridades financieras mundiales han decidido pasar a la acción, y en una reunión que se celebrará en Londres a finales de mes, quieren empezar a sentar las bases de un mundo basado en medios de pagos registrados, donde las nuevas tecnologías adquirirán un mayor protagonismo.
La meta de las autoridades financieras es clara, se buscará que
Europa se prepara para implantar el pago electrónico a gran escala
En Francia ya se lucha contra el anonimato en los pagos, al anunciarse que desde el próximo mes de septiembre, los pagos en efectivo estarán limitados a 1.000 euros, una cifra sensiblemente inferior al límite fijado por España. Otros países como Grecia, obligan a realizar pagos de más de 70 euros con tarjeta o cheques bancarios y en Suecia, la apuesta por un sistema basado en pagos electrónicos es total y podría serla base para armonizar este mecanismo en toda la Unión Europea.
Lo cierto es que hoy en día implementar este tipo de normativas es más sencillo que antaño, ya que una mayoría d la población dispone de ordenador y/o teléfono móvil y las entidades bancarias han mutado hacia un ecosistema basado en su mayor parte en la banca online, aunque si bien es cierto, de momento hay un importante segmento de la población que no domina estas tecnologías o no tiene a ellas, aparte de los riesgos que se derivan de su uso si no estamos protegidos.
¿Pensáis que un futuro diremos adiós a los billetes y monedas?