La fibra óptica se ha convertido en la tecnología de banda ancha por excelencia. Sus increíbles velocidades de conexión permiten descargar o subir archivos a la red de forma ultrarrápida y las grandes operadores basan gran parte de sus paquetes de ofertas convergentes en dotar al cliente de las mayores ventajas posibles en fibra. Pero en ocasiones, el despliegue de estas redes no es fácil y muchas zonas aún incluso en núcleos urbanos importantes quedan “aisladas” debido al coste y la problemática de hacer nuevas zanjas para el cableado. La solución a este problema está en el alcantarillado.
Cada vez son más las empresas de telecomunicaciones que recurren al cableado realizado a a través de las redes de saneamiento, para dotar a sus clientes de
Un despliegue de fibra pensado en las pequeñas operadoras
Además, el sistema de alcantarillado tampoco se verá afectado ya que no es un material muy intrusivo dada su flexibilidad. Mediante robots y equipos adaptados, las redes de fibra pueden ser instaladas incluso por cañerías estrechas.
Las características de este despliegue permiten abaratar costes y plazos a las compañías proveedoras del servicio de banda ancha mediante fibra óptica, algo que beneficiará sobre todo a las pequeñas operadoras que no pueden permitirse afrontar obras de gran magnitud en las ciudades y que al mismo tiempo no pueden alquiler el mayorista en el punto deseado.