Telefónica comienza a brillar de nuevo, la culpa la tienen sus últimos resultados financieros que le permiten hacerlo al más puro estilo “Blue Chip”. Lo peor de la crisis económica ya ha pasado y eso se nota en la contratación de servicios de telecomunicaciones.
Después de varios años complicados para la operadora donde sus ingresos han caído de forma importante por la presión de sus rivales y sobre todo por la bajada de precios, la teleco presidida por César Alierta vuelve a ver algo más que luz al final del túnel gracias al empuje de sus ofertas convergentes y sobre todo gracias a la fibra óptica. El invento de Fusión ha dado la vuelta completamente al mercado y ha permitido a la empresa liderar de manera incontestable esta nueva forma de captar y fidelizar clientes. Un cambio de tendencia que se reflejará sobre todo a partir del tercer trimestre del año, fecha clave para la operadora que espera aumentar sus ingresos en España por primera vez después de muchísimos trimestres.
Por otro lado, Orange tendrá en junio luz verde para comprar Jazztel y pasarán varios meses hasta que ambas compañías estén integradas y se puedan apreciar realmente las sinergias. El caso es que el tercer trimestre está marcado en el calendario de los responsables de Telefónica porque será un mes con una altísima actividad comercial donde además habrá sorpresas que tienen un único objetivo, sorprender al cliente con algo que no responda al comportamiento esperado por una operadora del tamaño de Movistar.
Parece definitorio que la estrategia de Telefónica, trazada ya hace años y que en su punto de partida entrañaba riesgos ha dado en todo el centro de la diana. Como los mejores tiradores ha sido un blanco perfecto, una estrategia que ahora todos intentan seguir con la diferencia de que las balas para acertar escasean y la diana es cada vez mucho más pequeña.