Los dispositivos de realidad virtual están empezando a ganar popularidad. Proyectos como Oculus Rift, Morpheus, Samsung Gear VR o HTC Vive llegan al mercado para ampliar las dimensiones de la forma de disfrutar de los videojuegos, ver películas o pasear por cualquier tipo de entorno virtual. Precisamente nuestros compañeros de Smart Life han tenido a las gafas HTC Vive, el proyecto que nace de la unión del fabricante asiático con Valve y sus impresiones no podrían ser mejores.
Cuando HTC anunció en el Mobile World Congress su dispositivo de realidad virtual, muchos quedaron fuera de juego al conocer que contaba con el respaldo de una compañía tan importante en el sector del videojuego como es Valve. Esta alianza ha dotado de un gran peso a unas gafas (o casco, como mejor se quiera entender), que tienen el punto fuerte de no necesitar usar ningún móvil para transportarnos a “otro mundo”.
Aunque todavía hay mucha gente escéptica sobre si con esta nueva generación de realidad virtual estaremos viviendo un nuevo caso de hype que luego no se corresponderá con la realidad de los distintos dispositivos, lo cierto es que quienes han probado HTC Vive coinciden en que la experiencia es francamente gratificante y eso que esta tecnología está todavía en pañales, esperando el desembarco de un gran cantidad de productos, servicios, contenido y aplicaciones que los desarrolladores puedan ir creando. De momento, ya se han subido al barco productoras de cine y series como Lionsgate Films o HBO, la creadora de Juego de Tronos, y también se cuenta con el apoyo de diversos estudios de videojuegos que pueden verse atraídos sin duda por el impacto de Valve.
Con HTC Vive se consigue realmente un entorno virtual interactivo de 360º que podría ser únicamente replicada por Oculus Rift que el pasado E3 anunciaba la alianza con Microsoft para suministrar rios para las gafas que tanto tiempo llevan en desarrollo. Pero volviendo a Vive, la opción de fijar un área interactiva a nuestro alrededor de 25 metros cuadrados aumenta las posibilidades de la misma.
Y como no podía ser de otra manera, Valve ha querido dejar su sello y a modo de aperitivo se permitía realizar una visita a Aperture Labs y los escenarios de Portal hasta vérnoslas con GlaDoS, en un colofón que da buena muestra de las posibilidades que ofrecen estas gafas. Lo mejor de todo, es que uno de los pocos elementos que podrían restar autenticidad a la experiencia con HTC Vive – los mandos-, pueden integrarse perfectamente en cada escenario como si fueran brazos robóticos, brochas para pintar o cualquier otro objeto que podamos imaginar. Eso sí, para disfrutar de la versión comercial habrá que aguantar hasta final de año, aunque una voz probada se hace difícil esperar.
¿Os parece interesante la propuesta de HTC Vive?