Las temperaturas extremas, es decir, mucho frio y mucho calor, puede comprometer seriamente la duración y rendimiento de las baterías de litio. Nuestros móviles dependen de este componente para asegurar un tiempo de uso prolongado que responda nuestras necesidades. Para combatir los problemas que generan el frio y el calor en las mismas existen varios proyectos.
Hace una semana nos hacíamos eco de un proyecto para crear una batería de litio capaz de enfriarse para evitar que explote. Aunque no es un materia inflamable, a priori, en determinadas ocasiones pueden producirse daños que acaben en una explosión. Los golpes de temperaturas elevadas (mucho calor) también pueden causar deformaciones y daños importantes en las baterías, haciendo así que su rendimiento y autonomía caigan en picado. Este proyecto busca crear una batería que se apaga sola en caso de sobrecalentamiento, para así enfriarse y volver a funcionar de forma habitual. También se ha experimentado con un revestimiento de nanofibras de Kevlar que deberían evitar que la batería ardiera por sobrecalentamiento.
Por ahora, muchos experimentos para mejorar las baterías que día a día nos prestan energía para nuestros gadgets pero pocos avances en el mundo real. ¿Los veremos algún día? Seguramente sí pero echamos de menos que los fabricantes cuiden un poco más este componente y se fijen en los avances que vemos cada dos por tres que prometen mejoras de autonomía, seguridad y rendimiento.