Se confirma lo que muchos nos temíamos. 2016 es el año en el que vamos a empezar a ver desaparecer el conector de audio jack de 3.5 mm de nuestros teléfonos. El primer gran teléfono en dar este escabroso paso ha sido el Moto Z presentado ayer por Lenovo. En su lugar, los fabricantes incluirán con sus teléfonos los conversores USB Type-C a jack 3.5 mm, además de potenciar el audio por bluetooth.
Otros fabricantes dieron el paso durante este año. El Oppo R5 presentado 2014 no incorporaba este conector, y LeEco anunció en abril tres teléfonos que también prescindían de este conector. Esta tendencia seguirá cuando en septiembre de este año sea presentado el nuevo iPhone 7, el cual, según los rumores, también prescindirá del conector jack 3.5 mm. Está por ver si también adaptará el USB Type-C, pero conociendo a Apple y los estándares, es probable que esto no sea así.
El conector de audio jack lleva con nosotros desde el siglo XIX. Concretamente, la versión de 6.35mm data de 1878, cuando empezó a ser utilizado por las operadoras en los intercambios de líneas telefónicas.
La versión de 3.5 mm que es el estándar hoy en día no llegó hasta 1964, cuando Sony lo introdujo en su radio portátil Sony EFM-117J. Su popularidad se disparó con la presentación del Walkman en 1979.
Un conector… sin cosas que conectar
Asimismo, se gana en calidad de audio, al ser transmitido vía digital en lugar de analógica, con lo que se ahorra también el espacio de incorporar un DAC (conversor de digital a analógico) dentro del teléfono.
Y vosotros, ¿qué pensáis de esta nueva tendencia en el mercado de los smartphone?