Cuando nos damos de alta o nos cambiamos de operadora, la nueva nos proporciona el equipamiento para conectarnos a Internet y a la antigua le devolvemos el router. En algunos casos tendremos al instalador en casa mientras que en otros nos enviarán un kit autoinstalable. Independientemente del caso, existen cuatro cosas que tenemos que revisar y cambiar cuando recibimos un nuevo router para mejorar y asegurar el rendimiento de la red inalámbrica.
Configurar correctamente el router puede resultar crucial para mejorar el rendimiento de la conexión y con ella la velocidad a la que navegamos. Además, existen factores externos, como su colocación, que pueden llegar a afectar al alcance de la red inalámbrica. Os recomendamos visitar “evitar los 5 errores más comunes al colocar el router Wi-Fi en casa”. Sin embargo, a nivel de configuración tenemos que fijarnos en cuatro puntos:
acceder al router “desde fuera de casa”. Salvo que vayamos a utilizar esta funcionalidad por una necesidad personal, lo mejor es desactivarla y cerrar una de las puertas de entradas a posibles ataques.