La Unión Europea es un proyecto integrador formado por 28 países. Reino Unido entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea a partir de 1973, en la primera ampliación de que hubo desde su constitución en 1957. Ha sido miembro de la CEE y de la Unión Europea cuando se firmó el Tratado de su fundación en 1993. Junto a Dinamarca y Suecia, Reino Unido decidió mantener su moneda en 1999. Ahora, esta relación podría romperse a partir del 23 de junio si los británicos votan sí al “Brexit”, que es la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
La Unión Europea ha supuesto una gran serie de mejoras para los ciudadanos de la Unión Europea, a pesar de otras malas como la inflexibilidad en la política monetaria, la cual es difícil de coordinar para economías tan distintas de los que forman parte de la Unión.
La presión que ha ejercido la Unión Europea sobre las telecomunicaciones nos ha traído este fin del roaming, en el que podremos usar nuestra tarifa nacional con las mismas condiciones en cualquier país miembro. La desaparición del roaming está consiguiendo que los precios de las tarifas empiecen a unificarse en la Unión Europea. Si Reino Unido acaba abandonando la Unión Europea, estos precios que habían venido reduciéndose, tanto los locales como los extranjeros que utilizan roaming, acabarán volviendo a subir.