El ocaso de Windows Phone: ¿por qué muere un sistema operativo?
Windows Phone es (o casi podríamos decir fue) la apuesta de Microsoft por crear un sistema operativo para móviles que sustituyera a Windows Mobile, y que además estuviera integrado con las versiones de Windows de escritorio. Entre 2012 y 2014 pasó de estar en el 2% de los teléfonos vendidos en nuestro país, a estar en el 5.3%. Durante mediados de 2014 tuvo su pico de ventas con un 7.5% de cuota de sistema operativo móvil, y fue descendiendo desde el 5% en 2015 hasta el 0.4% del pasado mes de junio.
Windows Phone ha tenido una serie de diversos problemas a lo largo de su vida, los cuales se pueden resumir en: competencia de dos grandes sistemas operativos ya asentados, pocas actualizaciones, fragmentación, y poca variedad de aplicaciones.
iOS: Cerrado pero variado
Por un lado, tenemos iOS. En la actualidad, cuenta en nuestro país con el 8.2% de cuota de teléfonos vendidos. El sistema operativo de Apple es un sistema sencillo, rápido, eficiente, y lleno de aplicaciones, con un ecosistema cerrado y muy extendido entre los desarrolladores debido a su estabilidad.
Junto con el primer iPhone, iOS fue el primer sistema operativo basado enteramente en una interfaz táctil y cómoda de usar con los dedos, con lo que tuvo un fuerte arranque y soporte de los desarrolladores.
El año pasado anunciaron Windows 10 Mobile, que es la continuación natural de Windows Phone adaptado a Windows 10. Utiliza las Universal Windows Platform para las aplicaciones, de tal manera que puede utilizar la misma aplicación que hay disponible para Windows 10 de escritorio, además de poder usar una especie de versión de escritorio con teclado y ratón si lo conectamos a una pantalla externa gracias a Continuum. A pesar de esto, no puede correr programas escritos en Win32, con lo que el problema sigue; si hay poca variedad de aplicaciones, habrá poca variedad de s.
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Por tanto, Windows Phone ha entrado en esa espiral de ‘los desarrolladores no desarrollan porque no hay suficientes s, y los s no compran teléfonos con el sistema operativo porque no tiene suficientes aplicaciones’.
Alternativas para el futuro: ¿Qué puede hacer Microsoft?
Sus teléfonos no son demasiado caros y tienen buenos materiales, costando el Lumia 950 XL, su tope de gama con Snapdragon 810 y pantalla 2K, 379 euros. Por tanto, el único problema es el sistema operativo. La solución es sencilla: utilizar Android. Es una plataforma muy extendida en la que colocar sus aplicaciones, las cuales ya están disponibles. Con potenciarlas y preinstalarlas en sus teléfonos, tendrían unas ventas mucho mayores.
