Hoy en día tenemos decenas e incluso cientos de cuentas de en diversos servicios web, y recordar la contraseña de todas ellas puede resultar una tarea complicada, a no ser que utilices gestores de contraseña o las almacenes en tu cuenta de Google. Es por ello que llevan un tiempo implantándose los sensores biométricos en nuestros dispositivos, como los lectores de huella o los escáneres de iris.
Este sistema, desarrollado por investigadores de la Universidad de Washington, utiliza campos magnéticos para transmitir la información a través del cuerpo, siendo así una alternativa más segura que mandar este tipo de información a través del Bluetooth o Wi-Fi, ya que para que un hacker pudiera hacerse con esta información, tendría que estar tocando físicamente a la persona.
Las señales se mandaron a través de 10 personas de diferente peso, estatura y complexión, dando igual si se movían, si estaban sentados, de pie o durmiendo. Los receptores pueden incluso transmitir la señal en una pierna, en el pecho, en las manos. Básicamente, desde cualquier parte del cuerpo se puede mandar la información.
Usos médicos
Además de para la identificación segura, los investigadores afirman que esto podría tener usos médicos para crear monitores continuos de glucosa o bombas de insulina, con el fin de que la información no se transmita por el aire y se evita que se puedan hackear estos dispositivos, poniendo en riesgo la salud de los s, ya que no se transmite ninguna información por el aire. Además, se pueden conseguir mayores velocidades de transmisión si los fabricantes abren el software de sus sensores a los desarrolladores.