Por qué debes evitar siempre que puedas utilizar el disipador de serie de tu procesador

A la hora de comprar un ordenador hay que fijarse en muchos detalles para maximizar la utilidad de nuestro dinero. Un componente que suele sufrir recortes en pos de contener el precio de un ordenador a piezas es el disipador de la U. Incluso en los ordenadores premontados la mayoría de fabricantes optan por incluir el disipador de serie antes que uno de al menos 20 o 30 euros.
Disipador de serie es igual a ruido y calor
Estos disipadores de serie son muy pequeños y ligeros, pero tienen dos grandes inconvenientes: disipan muy mal el calor y hacen ruido. Está claro que hacen el trabajo mínimo para el que están pensados, pero no lo hacen todo lo bien que deberían.
Para empezar, las temperaturas en reposo suelen ser las más altas que se pueden alcanzar con un disipador de 20 0 más euros, pudiendo estar fácilmente a una temperatura de unos 20 o 25 grados superior a la temperatura ambiente. En carga, es posible que estas temperaturas suban hasta el punto de que el procesador haga thermal throttling y baje la frecuencia para funcionar a menor temperatura, o en el peor de los casos, que el ordenador se apague.
Otro factor importante en estos disipadores de serie es el ruido que hacen. Al tener un ventilador pequeño, éste tiene que girar a muchas revoluciones para generar algo de presión que evacue el calor generado por el procesador, por lo que inevitablemente tiene que hacer ruido. Actualmente, las tarjetas gráficas de 2 años a esta parte, junto con las mejores fuentes de alimentación, no encienden sus ventiladores cuando están en reposo, por lo que introducir un elemento que haga un ruido ensordecedor no es una buena idea, y menos en presupuestos que suelen rondar los 600 euros.
Estos disipadores directamente no se incluyen ya en los procesadores que permiten overclock de Intel, como el i7-6700K, por lo que si compras uno de estos estás directamente obligado a comprar un disipador aparte. Por tanto, tenemos a mano elegir un sistema de refrigeración por aire o mediante líquido, y vamos a ver cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una.
Refrigeración por aire
La refrigeración por aire con disipadores de alrededor de 800 gramos de peso tiene muchísimas ventajas: las temperaturas en reposo pueden ser alrededor de 5 o 7 grados superiores a la temperatura ambiente, y además algunos pueden llegar a funcionar en modo pasivo sin ventilación. En reposo, un disipador de 800 gramos en modo pasivo tiene temperaturas inferiores a un disipador de serie con el ventilador funcionando.
Finalmente, en mi actual PC tengo un disipador por aire que me costó 40 euros en su momento (Thermalright Macho) y las temperaturas en reposo son de 7 grados más que en ambiente con el ventilador en 700 revoluciones sin hacer apenas ruido. La diferencia con el disipador de serie, que ni me molesté en colocar, es de más de 20 grados. El silencio y la tranquilidad de saber que no le va a pasar nada al procesador merece la pena.