Cada vez son más los móviles que cuentan con protección ante el agua y el polvo, más conocida como protección IP (Ingress Protection). En el caso de un móvil con protección IP67, el 6 hace referencia a la protección al polvo, mientras que el 7 hace referencia a la inmersión en líquidos. En concreto, el 7 indica que un móvil puede aguantar 30 minutos a 1,5 metros de profundidad. ¿Por qué tan poco, si un reloj aguanta hasta incluso 50 metros?
Todos los puntos débiles del móvil
La clave está en cómo se consigue la resistencia al agua, y en las partes del móvil que necesitan estar aisladas al exterior. Para poder saber cómo se consigue hacer resistente un móvil al agua, lo mejor es ver un vídeo de desmontaje de un móvil de gama alta. En concreto, vamos a comentar cómo se consigue en el Galaxy S8.
Para empezar, tanto la parte trasera como la pantalla quedan unidas al chasis del móvil mediante un pegamento que ayuda a que quede sellado de manera hermética. En cuanto a los puertos de entrada, el jack de audio, el puerto USB Tipo C y el slot para la nano SIM y la tarjeta micro SD, éstos están recubiertos con un borde de goma que los protege.
En el futuro, es posible que se consiga solucionar el problema del altavoz con soluciones como las que equipa el Xiaomi Mi Mix, el cual tiene el auricular principal debajo de la pantalla, pero con los altavoces en la parte inferior. Por desgracia, la calidad de sonido de un altavoz interior no sería tan buena como la de uno exterior, así que será difícil que los móviles consigan una certificación mayor a IP67 o IP68. De momento, es una muy buena base de cara al futuro.