Si el actual no lo lleva ya, que sepas que tu próximo móvil traerá un USB C como conexión física, y también tu cámara de fotos, y así con tantos otros dispositivos. Y, sin embargo, pocas placas base de ordenador viene ya equipadas con él, igual que las torres. Además, el ciclo de ‘actualización’ de un PC suele ser más amplio que el de otros dispositivos. Pero no hay nada que no se resuelva con hardware. Y tú mismo puedes instalar un USB C en tu ordenador, y sin gastar demasiado.
Benditos ordenadores de sobremesa, que se pueden destripar y que nos permiten modificar su hardware. Lo ideal sería que nuestra placa base ya contase con sus propios conectores USB C, y que la torre del equipo estuviese ya también preparada para la nueva interfaz. Si tienes uno, y necesitas instalar un USB C en él, apagar el ordenador, apagar la fuente de alimentación y desconectar de la corriente. Después, abrir la torre por el lateral más lejano a los conectores y, una vez abierto, quitar el embellecedor de una de las ranuras posteriores para instalar aquí, conectada a la placa base, la nueva tarjeta PCIe que va alimentada directamente por la placa. Hecho esto ya puedes montar todo de nuevo y encender el ordenador.
Similar a las anteriores hay un modelo de ORICO por 27 euros también con un USB 3.1 y un USB C, además de conexión SATA y PCIe. Y por 23 euros la versión de Supremery con prestaciones idénticas. Así que si tu ordenador no tiene ya conexión USB C es porque no quieres, porque hay opciones mucho más económicas que estrenar placa base, o cambiar la torre del ordenador por una con conexiones USB C.