Desde el año 2013 había estado disponible la Xbox One. La original, la que se lanzó como competencia directa de PlayStation 4, y que experimentó una importante evolución para convertirse en Xbox One S como un nuevo producto en la línea. Y se han estado vendiendo de forma paralela, con la versión S como un escalón superior en el catálogo de videoconsolas de Microsoft, pero finalmente Microsoft ha dado muerte a Xbox One –original-.
No es ningún tipo de drama, ni mucho menos, porque los nuevos videojuegos siguen siendo compatibles con esta videoconsola. Es decir, que quienes tengan una
Un año después, Microsoft da muerte a Xbox One de forma definitiva
Es absolutamente comprensible que Microsoft abandone Xbox One. Al fin y al cabo, ahora los s van a tener la Xbox One S como opción de y la Xbox One X como videoconsola más potente entre sus opciones. Por lo tanto, se pueden mantener los precios en dos escalones, y reducir los costes de producción –entre otros-. Y como ya decíamos, esto no perjudica en absoluto a los que ya tuvieran una Xbox One, porque los nuevos videojuegos son y serán, todos ellos, compatibles con la primera videoconsola que lanzó la firma de Redmond para esta generación. Cuanto cambiarían las cosas si pudiéramos instalar Windows en una Xbox.