De 269 euros a casi el doble: así se ha esfumado la única ventaja de OnePlus frente a la competencia

El OnePlus One se estrenaba en el mercado en 2014, y lo hacía bajo el eslogan de ‘flagship killer’. Es decir, que era o pretendía ser la peor pesadilla de la gama alta de aquel año, que estaba compuesta por terminales como el Samsung Galaxy S5, el iPhone 5s de Apple, el Sony Xperia Z2, el LG G3 o el HTC One M8. El mayor argumento que tenía para defender ese eslogan no era pequeño: 269 euros frente a los 675 euros por los que se lanzó el Samsung Galaxy S5 en Amazon, por ejemplo.
En un cuerpo de 152.9 x 75.9 x 8.9 mm, la recién nacida marca OnePlus nos ofreció un modelo ‘One’ que contaba con pantalla de 5,5 pulgadas y resolución Full HD 1920 x 1080 píxeles. Se lanzaron directamente a los phablets cuando Apple se mantenía en 4 pulgadas con su iPhone 5s, por ejemplo; pero la firma de Cupertino llevaba ventaja sobre todas con su U con arquitectura de 64 bits o el sensor de huellas dactilares Touch ID en su primera generación. El Samsung Galaxy S5, por ejemplo, ofrecía un de 5,1 pulgadas con idéntica resolución, aunque sobre la tecnología Super AMOLED frente al IPS LCD del OnePlus One.
OnePlus One: el ‘flagship killer’ que consiguió llevar a la recién nacida marca china a lo más alto
En el interior del OnePlus One se alojaba un Snapdragon 801 idéntico al del Samsung Galaxy S5 y otros terminales con los que competía, y acompañado de 3 GB de memoria RAM mientras que el terminal surcoreano se mantenía en 2 GB. Así que la pantalla peor, indudablemente, pero otros apartados de sus características técnicas eran incluso mejores que las del terminal de referencia aquel año, el Samsung Galaxy S5.
OnePlus cometió un error, que fue no incluir slot micro SD en su ‘One’, enfrentándose a equipos con opción de añadir hasta 256 GB de esta manera. Pero lo tenían con 16 ó 64 GB. Donde sí pecaron realmente fue en la cámara de 13 megapíxeles con apertura f/2.0. La cámara era la que delataba al ‘flagship killer’ y evidenciaba dónde se habían reducido costes para conseguir ofrecer un terminal por 299 euros para enfrentarlo a opciones mucho más caras. Pero no, no fue aquí en el único punto en que redujeron sus costes.
Pero sí, acertaron y marcaron un punto de inflexión en el sector. Consiguieron una importante ‘fan base’ y buenas cifras de ventas a pesar de su lamentable red de distribución en sus orígenes. También porque inicialmente el terminal solo se podía conseguir ‘por invitación’, y eso le dio aún más repercusión y un halo de exclusividad.
el Nothing Phone. Que, por cierto, también se esfumó.