Un gran estudio de más de 10 años es incapaz de relacionar móviles con cáncer en humanos

Móviles y cáncer son dos palabras que se han unido desde hace tiempo, aunque realmente no existan pruebas concluyentes para ello. Son ya varios los estudios que han sido incapaces de relacionarlo por diferentes motivos. Sin ir más lejos, en 2016 conocimos un estudio con datos de 29 años que demostraba que el móvil no elevaba el riesgo de cáncer. Ahora, nos hacemos eco de otro estudio de más de 10 años realizado en Estados Unidos cuyas conclusiones han sido catalogadas como “pobres” e imposibles de relacionar con humanos.
Hoy conocemos las conclusiones de un estudio que se han realizado durante más de 10 años y del que ya nos hicimos eco hace un par de años. Su principal particularidad es que se realiza sobre ratones y sirve para añadir una página más al interminable debate entre móviles y cáncer. En este caso, hablamos de las conclusiones finales del estudio realizado por National Toxicology Program durante más de 10 años.
¿Móviles y cáncer? Gran estudio de más de 10 años es incapaz de sacar conclusiones
Después de más de 10 años de trabajo, el National Toxicology Program (NTP) dependiente del Gobierno de los Estados Unidos, ha publicado sus conclusiones sobre los efectos de radiación de la radiofrecuencia emitida por los teléfonos móviles (entre otros) sobre ratas y ratones. Las conclusiones son claras: la exposición a altos niveles de radiofrecuencia puede causar cáncer en los animales. Sin embargo, también explican que son conclusiones “débiles” e imposibles de extrapolar a los humanos.
Ya en 2016 dieron a conocer algunos datos, aunque todavía quedaban varios meses por delante para las conclusiones del estudio. Uno de los responsables de este señaló que esto se hizo para que indicar que era el momento de dejar de pensar que no existe ningún tipo de riesgo entre cáncer y móviles. Ahora, con las conclusiones en la mano, parece que esa declaración cobra la máxima validez.
El estudio, con un coste de 30 millones de dólares, concluye que la exposición a altos niveles de radiación puede generar tumores en el corazón en ratas macho. Además, han encontrado “algunas evidencias” que sugieren que puede causar tumores en cerebro y glándulas suprarrenales también de ratas macho. Lo que no puede es establecer una relación definitiva entre radiación y cáncer en ratas hembra.
Para el estudio se han utilizado las frecuencias utilizadas para las redes 2G y 3G, aunque en muchos países el 4G en frecuencias más altas empieza a ser la norma. Los responsables del estudio no son capaces, sin embargo, de asegurar si el 5G tendrá más o menos efectos sobre los tumores en ratones que las tecnologías actuales.
Finalmente, para conocer las razones que hacen que no se puedan trasladar las conclusiones a humanos tenemos que la radiación a la que expusieron a los ratones fue 4 veces mayor que la máxima permitida y que la recibieron por todo el cuerpo. Esto no ocurre con el uso habitual del smartphone.
“El nivel de exposición a la radiación del estudio no puede compararse directamente con la exposición que experimentan los humanos al utilizar sus teléfonos móviles”, concluía uno de los investigadores.