Las cabinas empezarán a desaparecer el 1 de enero: el Gobierno las va a matar

Desde hace un par de años se venía pronosticando el fin de las cabinas. Cada vez han ido siendo menos las que son rentables, y la ley obligaba a que un operador (Teléfonica) se hiciese con el servicio, a pesar de que le cuesta 3 millones de euros anuales en pérdidas. Ahora estas cabinas van a empezar a desmantelarse a partir de 2019.
A partir del 1 de enero, Telefónica no tendrá la obligación de mantener las cabinas
Desde que la Comisión Europea considerase la obligación de servicio público obsoleta, se ha ido recomendando a los países que las eliminen. La CNMC se lo planteó así al Gobierno por su baja utilización y por ser un servicio deficitario en un país donde ya hay 53 millones de líneas móviles; más que habitantes.
Será mediante un Real Decreto que se aprobará en los próximos días que el Consejo de Ministros deje de obligar a Telefónica a mantener las cabinas y las guías de teléfono, las cuales forman parte del servicio universal que obliga por ley al operador a ofrecerlo.
A partir del 1 de enero de 2019, Telefónica empezará a eliminar de manera paulatina las cabinas telefónicas de las calles de España, ya que el 31 de diciembre acaba la fecha de obligación de mantenimiento de los servicios. A partir de ahora ya no habrá más concursos para su mantenimiento, y será Telefónica quien decida eliminar o mantener las cabinas.
No todas desaparecerán el 1 de enero: unos cientos de ellas seguirán operativas
No todas las cabinas desaparecerán de golpe el 1 de enero, sino que se irán eliminando poco a poco, o incluso puede que algunas se dejen abandonadas a su suerte. Tampoco desaparecerán todas, ya que hay unos centenares de cabinas que sí son rentables en algunas ciudades españolas.
Actualmente la ley establece que el servicio universal debe garantizar un teléfono público en cada municipio de más de 1.000 habitantes, además de añadir uno más por cada 3.000 habitantes extra. En total ahora hay 16.600 cabinas en España, muy lejos del máximo de 55.000 que llegaron a haber como máximo en 1999.
12.000 de esas cabinas ya no son rentables, y las demás no compensan el coste de las no rentables. De hecho, la mitad de las cabinas no ha efectuado ninguna llamada en el último año, mientras que las que están en vía pública realizan apenas realizan 700.000 llamadas mensuales, lo que equivale a una llamada al día por cabina. Por tanto, encontrar una cabina próximamente será cada vez más difícil, ya que para cuando acabe 2019 apenas quedarán unos cientos de ellas en todo el país.
En cuanto a las guías telefónicas, cada vez eran menos los que las demandaban. De hecho, en 2017 sólo se entregaron 50 guías telefónicas en papel. Telefónica estaba obligada a mantener la base de datos, y sólo enviaba las guías a quienes las pidieran expresamente.