Aunque ‘de serie’ o desde que sale el coche eléctrico o híbrido de la fábrica ostenta unas cifras de autonomía determinadas, con los últimos progresos y técnicas es también posible hacer porque a estos vehículos se les pueda incrementar en cierta medida los rangos de recorrido permitidos. Gran parte depende de nuestro estilo de conducción, pero hay otros aspectos que también hay que tenerlos en cuenta.
Incrementar la autonomía les hará mejores
Tecnologías nuevas que también cambian la forma de conducir. Para conseguir la eficiencia que persiguen, las mecánicas electrificadas, que pronto dominarán el mercado del automóvil, requieren amoldar la conducción dependiendo de sus características. Los modelos que exigen una mayor adaptación, en este sentido, son los híbridos enchufables (PHEV) y los coches eléctricos puros.
Es por esto que buscar y encontrar unas y otras formas para hacer que estos vehículos puedan hacerse mayores en autonomía, sí que es posible. Y factible, además. Y es que, aunque ya existen algunos
Y para lograr una gran eficiencia los automóviles eléctricos montan un sistema revolucionario: el calculador de rutas. Los navegadores lo incluyen para ofrecer los distintos recorridos posibles, entre ellos los de mayor eficiencia. De este modo, aunque muchas veces la opción más eficiente no es la más rápida, el tiempo no suele diferir mucho.
Y es que ese tiempo extra puede recuperarse reduciendo el consumo, además de necesitar menos tiempo de carga. Es aconsejable huir de autopistas o pendientes pronunciadas porque la velocidad constante y baja la autonomía de la batería.
Mantén el mantenimiento al día
Para alargar la autonomía de un coche eléctrico es básico tener en cuenta que uno de los aspectos fundamentales que los diferencian de los de combustión es su mantenimiento casi nulo. ¿La razón? La falta de piezas móviles en sus motores. De esta manera, solamente hay que ocuparse de controlar ciertos factores del vehículo, como los líquidos o el filtro de aire o los neumáticos, que son vitales para la autonomía.
De hecho, controlar tanto la presión de los neumáticos (teniendo en cuenta la presión recomendada por el fabricante) como el estado de su desgaste (ya que un desgaste irregular puede indicar una mala alineación) son de gran importancia para incrementar la autonomía del vehículo.
Haz uso de la frenada regenerativa
Por otra parte, y bien destinado como un elemento muy práctico y con gran función en lo que tiene que ver con la autonomía del eléctrico o híbrido, se encuentra la frenada regenerativa. Este es un sistema que permite convertir el calor que se desprende de las frenadas en energía para las baterías.
De modo que cuanto más frenemos con el sistema de retención del coche, más energía recuperaremos. Además, la frenada regenerativa en los automóviles eléctricos e híbridos es aún más importante en los recorridos urbanos, donde se realizan muchas paradas. Del mismo modo, en algunos modelos es posible efectuar la conducción ‘con un solo pedal’, es decir que se puede frenar sin pisar el pedal del freno.