El mantenimiento de un coche eléctrico se diferencia notablemente frente a uno de combustión. Ya no solo por las diferentes piezas que podemos hallar entre uno y otro, sino también porque requieren de menos elementos que les hagan sufrir desgaste. Sin embargo, según la marca o el fabricante es posible que nos soliciten diferentes técnicas y tiempos de revisión entre los mismos. Eso hace que el coste de mantenimiento pueda ser mayor entre un eléctrico y otro.
Las diferencias de mantenimiento de un eléctrico
La premisa es fácil: un coche eléctrico no tiene tantas piezas como uno de combustión y los motores eléctricos no tienen aceite, por lo que su mantenimiento será menor. Sin embargo, sí es necesario cambiar determinados líquidos y otros componentes que son idénticos a los de un coche con motor de combustión.
Tareas como las de revisar el estado de los amortiguadores o el alineado de la dirección seguirá siendo como hasta ahora. No tendremos que cambiar el aceite, ni los filtros de aire y aceite, pero tendremos que revisar aislamientos y otros componentes, como pueden ser los neumáticos y pastillas de freno.
En el caso de aislamientos, de componentes de alta tensión, hay que comprobar que el cableado de color naranja no presenta daños ni deformidades ni cambio de color. Esto hace, al mismo tiempo, que según el fabricante podamos tener un tiempo de revisión al que pasar el coche más corto o más largo, pero sobre todo un coste diferente. Claro, no es lo mismo un coche de 50.000 euros que uno de 10.000, y eso también se nota aquí.
Qué costes manejan los fabricantes
Así, todo aquel que tiene un vehículo en propiedad sabe que el mantenimiento es fundamental para circular con seguridad y conservar adecuadamente la salud de su automóvil. No obstante, y como puede ocurrir con otro tipo de productos o dispositivos, también es sabido que sus costes pueden variar de una marca a otra.
Estas operaciones son comunes a todos los coches que existen en la actualidad y en el coche eléctrico serán necesarias al cabo de un tiempo o kilometraje estipulado por el fabricante. Si bien es cierto que la batería de tracción es probablemente uno de los puntos más débiles del coche eléctrico, no lo es por mantenimiento (las de iones de litio no tienen) sino por degradación y vida útil.
aquí su ficha técnica).
BMW, entre las más costosas
Lo normal es que cuantas menos revisiones sean necesarias hasta llegar a dicho kilometraje menor será el precio a pagar, aunque esta regla se rompe con Ford, que ofrece un mantenimiento más barato (alrededor de los 60 euros por revisión), a pesar de recomendar unas visitas al taller más cercanas a los 10.000 km. En el lado opuesto se sitúa Mercedes, con los mismos 20.000 km, pero con costes que superan los 300 euros.
Al contrario de lo que podría parecer, el BMW i3 tiene una tarifa de revisión de 3.918 euros. Obviamente, estas cantidades son sólo orientativas y dependen en gran medida del uso que se dé al vehículo y del establecimiento en el que se realice el mantenimiento, pues incluso siendo oficial los precios varían de un taller a otro.