Lo dice la DGT: conducir con los cristales sucios de tu coche podría costarte una buena multa

Ya te encuentras en trámites de iniciar tus vacaciones. Acabas de acoplar las maletas en el maletero de tu coche, pero, cuando te introduces en el asiento del piloto, te das cuenta de que los cristales están bastante sucios. Aun así decides hacer caso omiso y emprender la marcha, sin creer que ello suponga un riesgo para tu seguridad y para la de los demás conductores. Craso error. La propia DGT confirma que este tipo de situaciones pueden acarrear una severa sanción.
La educación vial es uno de los aspectos más esenciales para salvaguardarnos de cualquier accidente que podamos evitar mientras circulamos por carretera. Por ello, en periodo vacacional, siempre es necesario recibir toda la información necesaria por parte de los principales organismos de tráfico para que el viaje a nuestro destino sea lo más fructífero posible, y se evite pasar por un estado de alta peligrosidad.
Así, la DGT se halla inmersa en el lanzamiento de continuas campañas de seguridad al volante para rehuir de los contratiempos y disminuir el número de accidentes. Uno de estos comunicados se rige en el Reglamento General de Circulación, en el que se hace mención de los problemas de visibilidad que puedan surgir mientras se conduce, cuyas infracciones son perfectamente sancionables. ¿Pero en qué casos podrían llegar a multarte?
Llevar los cristales del coche sucios es una infracción leve
Tener el coche limpio no es solo cuestión de estética, también es importante para garantizar nuestra seguridad. El hecho de conducir con los cristales sucios puede traer consigo más consecuencias negativas de lo que crees, y sin duda uno de los motivos principales es que impide la visibilidad en carretera.
Sin ir más lejos, la DGT hace hincapié en el artículo 19.1 del Reglamento General de Circulación que el conductor debe contar con una visión limpia y plena de todo el exterior, de tal manera que no haya obstrucción ni estorbo en el habitáculo del vehículo para poder circular por la vía con normalidad. A esto se le añade que los cristales se encuentren lo suficientemente visibles como para que no se conviertan en un indicador de riesgo durante el trayecto por la calzada.
Si por algún casual el agente decide pararte y encuentra el estado del vehículo no apto para seguir con el viaje, seguramente te enfrentes a una multa de hasta 200 euros. Pero si el profesional que vela por la seguridad vial cree que los parabrisas no se encuentran en condiciones favorables para limpiar la suciedad de los cristales, la sanción llegaría a los 80 euros. Y, en ocasiones más extremas, podrían llegar a inmovilizarte el vehículo.
¿En qué otros casos me pueden multar?
Es posible que la falta de visibilidad no se relacione solamente con los problemas de limpieza, sino porque la luna del coche esté rota, por lo que la multa en este supuesto también sería de 200 euros.
Pero otra de las causas propensas de sanción son los adhesivos y pegatinas que se pegan en cualquier cristal del vehículo, ya que se consideran como elementos que reducen drásticamente la visibilidad cuando se colocan en lugares inadecuados y pueden constituir un factor riesgo para el conductor. Aquí, también es sancionable con 200 euros.
Y, por su supuesto, el tintado de cristales no homologados o el uso de cortinillas también son sancionables con 200 euros.