El mantenimiento de tu vehículo no es tan complicado como puedas imaginar. Aunque es posible que te intimide pensar en ello, la realidad es que hay muchas tareas que podrías llevar a cabo por tu cuenta. Esto te evitará tener que depender tanto del taller, te ahorrará un poco de dinero y además ya verás lo divertido que acaba resultando convertirte en manitas con tu propio vehículo. ¿Te animas?
Hay muchas tareas de mantenimiento que solo podrá realizar un mecánico y para lo cual necesitarás visitar el taller. Pero es importante saber dividir y profundizar en aquellas de las que sí te puedes ocupar por ti mismo, como hacer el cambio de las luces traseras y los faros en caso de que sea necesario. Pero este es solo un pequeño ejemplo, dado que hay muchas otras cosas de las que te puedes ocupar tal y como verás a continuación.
Comprobar la presión de los neumáticos
Una presión inadecuada en los neumáticos no es algo que resulte recomendable a ningún nivel. Te puede llevar a sufrir accidentes o a tener otros problemas. La buena noticia es que aprender a medir la presión en las ruedas no es nada complicado. Lo tendrás que hacer teniendo en cuenta dos cosas. La primera son los niveles a los que tenga que estar la presión en tu vehículo. Es importante que recuerdes que cada coche tiene sus propias medidas, así que ten cuidado si buscas la información online. En su lugar, es preferible que localices esos datos en el interior del vehículo. El segundo aspecto a tener en cuenta es que necesitas un manómetro de presión. Pero no te preocupes porque son realmente baratos. Los puedes comprar en Amazon por menos de 20 euros.
Dicho esto, comprueba la presión de forma habitual y si notas algo raro en los neumáticos, intenta tener entre tus herramientas un compresor de aire para tu coche. Con uno de estos equipos podrás salir del apuro en cualquier tipo de situación y así saber que tus neumáticos siempre estarán en el mejor estado.
Después de eso tendrás que hacer la conexión. Pon uno de los cables rojos en cada coche y también uno de los negros. El cable negro que conectes en el vehículo sin batería no tiene que ir a esta, sino a otro espacio donde puedas ponerlo. Ahora se tiene que poner en marcha el coche que tiene la batería activada. Cuando hayan pasado unos minutos, enciende el coche que necesita la ayuda y el motor se pondrá en marcha. Luego haz la desconexión de los cables en el orden opuesto en el que los pusiste y deja encendido unos minutos el coche cuya batería ha vuelto a encenderse. Después conduce entre 15 y 20 minutos y la batería se recargará.
¿Qué más tener en cuenta?
La aventura de comenzar a hacer mantenimiento de tu vehículo es más que probable que te guste y que cada vez quieras saber más. Aunque hay limitaciones, puedes aplicar las ideas que te hemos dado para que vayas ganando confianza y te ocupes de revisar tu coche, especialmente si lo has comprado de segunda mano. Además, no te olvides de la importancia que tiene contar con un kit de herramientas para tu vehículo y conocer la máxima información de tu modelo de coche concreto. Eso te ayudará a evitar problemas y a saber, en todo momento, que estarás haciendo lo mejor para tu vehículo.
Por otra parte, ten en cuenta la importancia que tiene disponer del manual de tu coche, el cual es posible que no hayas conservado o que ni recuerdes dónde se encuentra. De todas formas, todo tiene solución. Lo primero es comprobar si no está en Internet, puesto que posiblemente lo puedas encontrar. Suele tener un gran volumen de páginas, gracias a lo cual es habitual que esconda mucho de lo que necesitas saber para que el mantenimiento de tu vehículo acabe por no tener ningún tipo de secreto para ti. Estúdialo a conciencia y seguro que te encuentras muy a gusto haciendo pequeñas reparaciones. En el caso de no encontrarlo, otra opción por la que puedes recurrir es buscar vídeos online o tutoriales que hayan publicado otros conductores. Posiblemente así consigas sacar más partido al vehículo y descubrir alguna que otra cosa interesante.