La recarga de nuestro coche eléctrico puede ser uno de los mayores quebraderos de cabeza a la hora de tener un vehículo sostenible de este tipo. La menor autonomía de sus motores sumado a un estado deficitario de puntos de recarga hace que cualquier opción para recargar las baterías pueda tenerse en cuenta, incluida la de un enchufe doméstico estándar.
Tal y como sucede con otros aparatos eléctricos del hogar, tu toma de corriente Schuko, un enchufe de los de toda la vida, puede servir para cargar tu coche eléctrico. Una de las creencias más extendidas es que necesitamos un cargador específico para tener batería en nuestro vehículo, pero lo cierto es que no necesitas instalar nada en casa, simplemente tener un enchufe donde podrás conectar el cargador del móvil. Pero también el del coche. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de aspectos: no será factible si vives en un piso con un garaje comunitario y será siempre mucho más lento que usar un cargador específico. Pero, ¿merece la pena?
Cargar el coche eléctrico en Schuko
Schuko es el nombre que se da al enchufe doméstico, el más común que tienes en casa. Tu ordenador, tu lavadora o tu lavavajillas utilizan uno. Con él puedes hacer una carga lenta de hasta 10 A (amperios). Por tanto, puede ser útil si tienes un garaje privado y vas a estar recargándolo toda la noche.
Además, otro hándicap de este método de carga es el tiempo que se necesita para cargarlo. Algunos coches son más eficientes a la hora de almacenar energía, lo que significa que se necesitará menos tiempo para cargarlos completamente. En general, se estima que un coche eléctrico medio puede tardar entre 6 y 8 horas en cargarse completamente con un enchufe doméstico. Aun así, algunos modelos pueden llegar a necesitar hasta 12 horas para tener sus baterías al máximo.