¿Es buen momento para hacerse con un Wallbox o mejor con el enchufe normal?

Los coches eléctricos ya forman parte de nuestras vidas, y con ellos los sistemas de carga como los Wallbox o el mismo enchufe normal. Es por esto que cada vez es más habitual ver a estos compañeros silenciosos circular por nuestras calles. De hecho, este año es uno de los tiempos donde el volumen de ventas más ha ganado con respecto a otros cursos. Ahora bien, ¿conviene adquirir este dispositivo de recarga de pared?
La cuestión de la recarga: dónde y cuánto tiempo
Una de las grandes ventajas de estos es que nos harán olvidarnos completamente de las gasolineras, y es que nos la podremos llevar a casa mediante la instalación de un Wallbox. Sin embargo, la pregunta de si es necesario instalarlo se repite con mucha frecuencia. Por lo tanto, la cuestión está muy clara y vamos a resolverla.
En el fondo, todo se reduce a dos cuestiones esenciales: dónde queremos realizar la recarga y cuánto tiempo queremos emplear en cargar. Ambas cosas son interdependientes y la velocidad de carga dependerá de qué vehículo eléctrico tengamos, de la capacidad de la batería y del sistema de recarga que utilices.
De este modo, y más allá de los diferentes niveles que podemos contar para la operación, contamos con dos opciones. Una es, como decimos, tipos (y velocidades) de carga disponibles. La mayor parte de estas tienen lugar en casa. Suelen realizarse durante la noche mientras los propietarios duermen, para que a la mañana siguiente se encuentren con la batería completamente cargada. Pero hay factores que nos señalarán una dirección u otra.
Cómo son
Algo importante a tener en cuenta es la electricidad que se consume. Con las actuales tarifas de la luz, para reducir gastos, los conductores de vehículos eléctricos que quieran recargar de la forma más barata sus vehículos habrán de hacerlo en horas Valle, es decir, de lunes a viernes de 0:00 a 8:00 horas y los fines de semana y festivos a cualquier hora del día.
De todos modos, no es lo mismo hacerlo a través de Wallbox que mediante el enchufe Shuko de toda la vida. Entre ambos hay notables diferencias, y una de ellas tiene que ver propiamente con el concepto. Porque, aunque sí es posible realizar la tarea de la recarga con uno doméstico, el Wallbox conduce a que se haga de una mejor manera.
La diferencia más relevante entre el enchufe convencional que tenemos en el hogar y el Wallbox es sin duda la velocidad de carga, ya que el Schuko carga a 2,3 kW (10A) y el punto de carga a más, por lo que la recarga será más rápida en este último. Por tanto, podemos decir que la recarga puede ser más conveniente con los de pared.
En lo relativo al coste, disponemos de ciertas variantes: para dispositivos de carga lenta (hasta 7,4 kW), el coste medio de compra e instalación domiciliaria de un wallbox se puede estimar entre un mínimo de 900 € y un máximo de 1.500 €, con un valor medio aproximado de 1.200 €. También hay soluciones de bajo coste que cuestan sólo 700 euros, así como soluciones más de gama alta desde 1.700 euros. Cabe señalar que varios fabricantes de automóviles ofrecen una compra combinada de auto-wallbox, con el dispositivo de carga gratuito.