La misión de encontrar otros planetas en los que la humanidad pueda vivir se está transformando en la principal obsesión de los astrónomos. Ahora han localizado un nuevo objetivo de interés, un planeta que cumple con una de las exigencias: tener océano. Lo malo es que hay un gravísimo problema que se han encontrado en sus investigaciones.
Todo apuntaba a que era un planeta casi perfecto. Por supuesto, un exoplaneta, dado que no se encuentra en nuestro Sistema Solar. Para ser más exactos, este lugar está a una distancia de unos 70 años luz. Lo que habían visto en él los científicos era que las sustancias presentes encajaban en que pudiera ser un lugar donde la humanidad podría vivir. ¿Pero qué es lo que se han encontrado?
Un océano poco conveniente
En teoría, toda la superficie del planeta en cuestión, el cual es conocido como TOI-270 d, está formada por un océano. No podemos evitar pensar en un mundo como el de la película Waterworld, con todo lo que eso implicaría. Pero, en una situación extrema, la cuestión es que la humanidad parece que podría haberse trasladado. A la inexistencia de tierra firme se le tendría que haber buscado solución a posteriori.
Aún así, como indicamos, hay un problema. Y no es otro que el descubrimiento de que el océano en cuestión se encuentra a una temperatura extrema. No extremadamente baja, sino alta. Dicho de otra forma, se cree que el océano está hirviendo. Así que, por mucho que pudiéramos construir o buscar una solución al problema de la falta de tierra, que el agua estuviera a una temperatura de 100º C tal y como se menciona, sería algo difícil de solucionar. Porque no hay que olvidar que el agua entra en ebullición justo a esta temperatura, de manera que sería un mundo realmente peligroso.
¿Por qué se confiaba en este planeta?
Había motivos para ilusionarse y pensar en que era un firme candidato para que se convirtiera en el futuro de la humanidad. Por un lado, se detectó vapor de agua, además de dióxido de carbono, metano e hidrógeno, todo ello dentro de su atmósfera. Con estos datos, era de imaginar que nos encontrábamos ante un planeta donde su océano se convertía en el grueso principal de la estructura.
De todas formas, todavía no tiran la toalla. Mencionan que creen que el océano podría ser líquido y, literalmente, dicen que “no está claro si sería habitable”, por lo que queda cierto margen de esperanza. Hay que tener en cuenta que este exoplaneta tiene un radio del doble de la Tierra, así que podría tratarse de un territorio más que interesante para la vida.
Por lo tanto, aunque los estudios difieren en distintos aspectos, hay que reconocer que ponen el punto de mira sobre un mismo planeta que despierta interés. Porque aunque pueda parecer que plantea muchas dificultades para la vida, también es justo reconocer que parece encajar en algunos de los grandes requisitos para que sirva como hogar de la humanidad. Lo único que habría que tener en cuenta, llegado el día, sería que, como ambos equipos han confirmado, se trata de un planeta cuyo movimiento está bloqueado, por lo que de forma permanente siempre hay un lado que se encuentra en total oscuridad.
Eso no solo influye en la luz, sino también en la temperatura. El lado que mira hacia la estrella podría tener una temperatura más agradable, pero en el otro sería muy compleja. En cualquier caso, y todavía con muchos estudios que realizar, está claro que TOI-270 d resulta, como poco, un lugar perfecto para servir de inspiración a historias de ciencia ficción. Y, en el futuro, ya veremos si acaba o no en la lista de posibles exoplanetas donde la humanidad pueda trasladarse.