No quería ni oír hablar de cambiar mi router, pero estos fallos me han obligado a hablar con mi operadora

Pese a que en algunos momentos, he notado como mi conexión no era tan rápida cómo debería, he intentado alargar la vida útil de mi router el mayor tiempo posible. Parece que ha llegado el momento de decir basta y pedir una renovación a mi operadora.
Si teletrabajas o tienes hijos en edad universitaria, quedarse sin internet en el momento menos oportuno puede convertirse en un auténtico desafío. En mi caso, en muchas ocasiones he priorizado el tener una conexión a internet estable, aunque algo más lenta de lo que me gustaría, antes de ponerme en o con mi operadora para solicitar un cambio de router. Una decisión que he alargado lo máximo posible, pese a que mi router ya tenía varios años y podría haber solicitado su renovación ya hace un tiempo, antes de correr el riesgo de quedarme sin servicio, aunque fuera por poco tiempo.
La OCU recomienda solicitar el cambio de router una vez superados los tres años de vida útil. Según un estudio llevado a cabo por el propio organismo, las velocidades de los routers antiguos pueden llegar a ser hasta cinco veces inferiores a las que se obtendrían con un apartado nuevo. En mi caso, estas son las señales que me han empujado a solicitar definitivamente el cambio de dispositivo con mi operador.
Poca velocidad y estabilidad
Cuando experimentamos un descenso de la velocidad en comparación con la que tenemos contratada con nuestro operador, la explicación no siempre se debe a que nuestro router es antiguo. Sin embargo, sí que es un buen indicador para estar en alerta. Especialmente si esta bajada de velocidad llega acompañada de más problemas que están afectando a nuestra experiencia de .
Es importante diferenciar si esta bajada se produce de manera puntual o, por el contrario, se produce de manera continuada y en ningún momento vuelve a recuperarse. En este segundo caso, tras unos días de monitorización, es recomendable ponerlo en conocimiento de la operadora para que realice sus comprobaciones y realizar el trámite pertinente.
No debemos confundir la bajada de la velocidad con el hecho de que nuestra conexión presente cortes en el servicio. En este caso, siempre y cuando no se deba a una incidencia técnica en la zona confirmada por la operadora y esta interrupción del servicio sea reincidente, es urgente solicitar el cambio sin demorar la decisión, con independencia de la antigüedad de nuestro router.
Conexión intermitente en tareas exigentes
La elección del mejor router variará en función de cuáles sean nuestros usos más habituales. Por ejemplo, si no solemos hacer uso de las plataformas de streaming y nuestro uso de internet está más orientado hacia tareas como responder correos electrónicos cuando volvemos del trabajo o consultar información puntual, es probable que algunas señales que nos invitan a cambiarnos de router ni las notemos. Como ocurre con los microcortes, que apenas son perceptibles para el general.
Sin embargo, si estamos acostumbrados a disfrutar de los últimos estrenos de Netflix en nuestra Smart TV o a pasar varias horas jugando a nuestros juegos favoritos, cualquier lag puede ser motivo más que suficiente para que nuestra experiencia se vea perjudicada. Si notas que la conexión va a tirones, ponlo de inmediato en conocimiento de tu operador para valorar la opción de cambiar el dispositivo y eliminar la posibilidad de que se deba a interrupciones a algún problema puntual de la red.
Tampoco debemos perder de vista que los equipos con los que contamos en casa, como nuestro ordenador o, incluso, nuestro móvil, deben ir alineados con la tecnología compatible de nuestro router. Si ambos son compatibles con WiFi 6, por ejemplo, y nuestro router todavía no lo es, deberemos pedir la sustitución para aprovechar al máximo todas sus funciones.
En definitiva, es muy importante que la velocidad que te ofrece tu conexión se acerque a la que has contratado con tu operadora. Además, también tienes que monitorizar si sufres caídas del servicio habitualmente o, cuando realizas ciertas tareas exigentes, notamos como tu conexión no es lo suficientemente potente, pese a tenerla contratada. Si tu router ya tiene algunos años, y las incidencias técnicas están descartadas, lo mejor que puedes hacer es ponerte en o con tu operador para solicitar el reemplazo.