Pese a que muchos de nosotros contamos con fibra óptica en nuestra instalación doméstica, no siempre conocemos cuáles son las malas prácticas que pueden comprometer su funcionamiento y, por tanto, afectar a su rendimiento. Y una de ellas hace referencia a su instalación. Te contamos algunos de los motivos que ayudan a entender por qué tu instalación de fibra y la eléctrica se realizan por separado.
Desde su irrupción en el mercado, la fibra óptica nos ha permitido mejorar de manera considerable nuestra conexión a internet. Muchos de nosotros hemos apostado por ella a través de algunos de los diferentes operadores que la ofrecen en nuestro país. Sin embargo, cuando el técnico llega a nuestro domicilio, la primera sorpresa hace referencia a la instalación. ¿Por qué no se aprovecha la instalación eléctrica ya realizada para pasar los cables? En este artículo abordamos algunos de los múltiples motivos que te va a ayudar a entenderlo.
Seguridad en la instalación
En contra de la creencia general, la explicación no obedece a interferencias o problemas de comunicación, como es habitual pensar, sino a la seguridad de la instalación. El personal encargado de manipular la fibra, no tiene por qué tener los conocimientos necesarios para manipular cajas con electricidad. Y, por tanto, realizan la instalación de manera paralela a la que ya hubiese a nivel eléctrico, evitando posibles contratiempos, cumpliendo con la Prevención de Riesgos Laborales.
Otro de los motivos que invitan a realizar ambas instalaciones de manera independiente obedece a la seguridad de la misma en el futuro. En el caso de que se llevara a cabo la instalación de un cable eléctrico con uno de fibra, si se produjera cualquier remodelación a posteriori, resultaría muy sencillo romper el cable, por la propia naturaleza de la fibra. Siendo otra de las razones por los que se opta por la instalación paralela. Al mismo tiempo, en el caso de que se produjese su instalación junto a otros cables, y ello provocara una curva excesiva, el tipo de instalación podría provocar problemas de cortes. La instalación de fibra es mucho más frágil que la eléctrica, por lo que cualquier medida de precaución que se tome con el objetivo de proteger la misma es poca, evitando tener que realizar modificaciones sobre la misma en el futuro como consecuencia de una mala instalación.
La radiación
¿Y qué ocurre con la radiación? Es habitual argumentar el tipo de instalación apoyándose en la radiación eléctrica. Como sabemos, la transmisión de luz en la fibra óptica no genera EMI, es decir, que no se generan interferencias provocadas por la perturbación electromagnética, al contrario que las redes eléctricas. Pero no solamente es que no se genere, sino que tampoco se ve afectada por la radiación electromagnética, por lo que no habría problemas al respecto. Por lo tanto, en este sentido, ambas son compatibles. De hecho, se podría pasar el cable de fibra junto al resto, pero no existían riesgos relativos a la salud o problemas relacionados con la velocidad.
¿Y si los cables se cruzan?
Es posible que, incluso si no comparten instalación, por algún motivo relacionado con la red o la estructura, los cables de la instalación eléctrica y la instalación de la fibra se terminen cruzando. En ese caso, los especialistas recomiendan tener en cuenta una serie de aspectos. Uno de los más importantes es que los cables no se crucen en paralelo, sino que, a diferencia de ello, lo hagan de manera perpendicular.
Además de esto, también es necesario que los cables tengan el mayor nivel posible de separación. Esto evitará los problemas de red que se puedan producir debido a las interferencias electromagnéticas que podrían llevar a que se sufran errores en ambos tipos de instalación. Por otra parte, también se menciona que este es un aspecto importante por la exposición a riesgos de incendio que tendrían los cables de fibra por su cercanía a los cables eléctricos. Por último, los cables eléctricos tienen una estructura que, además, puede causar daños en los cables de la fibra.