Muchos s están pensando en las VPN para evitar multas por ver IPTV piratas y no, no es una buena idea

La lucha contra la piratería se ha convertido en uno de los grandes focos de atención para multitud de gobiernos y asociaciones. El temor por parte de los s a recibir sanciones económicas ha invitado a los mismos a extremar sus precauciones: siendo las VPN una de las opciones escogidas por la mayoría. Pero, ¿es una buena idea?
Los últimos días han sido especialmente convulsos en todo lo que tiene que ver con la lucha contra la piratería en el plano internacional. Al auto del Juzgado de lo Mercantil nª8 de Barcelona, en el que se afirmaba que LaLiga iba a poder perseguir a los s que consumían fútbol pirata, aunque con infinidad de matices, se le sumaron las declaraciones de Massimiliano Capitanio, máximo responsable de AGCOM, la autoridad para la garantía de las comunicaciones del gobierno de Italia.
El italiano afirmaba que países como España e Italia avanzaban hacia la creación de un frente común que permitiese tener un mayor número de herramientas a su disposición para lidiar contra la piratería. Un escenario que obligaba a todos aquellos consumidores del fútbol pirata a extremar sus precauciones al respecto y a replantearse seriamente el modo de disfrutar de emisiones deportivas fuera de los canales de pago.
La respuesta de los s
Italia es uno de los países más restrictivos en todo lo que tiene que ver con la difusión del contenido a través de plataforma IPTV pirata. Con un marco normativo, conocido como Piracy Shield, que permite bloquear servidores de redifusión en apenas unos minutos, el siguiente objetivo es encontrar la forma de poder sancionar también a los s que acceden a este tipo de plataformas, no solo a los organismos que distribuyen el contenido.
Ante este escenario, muchos s están tratando de explorar todas las vías existentes que les permitan tener un extra de protección frente a cualquier acción del gobierno para tratar de identificar a los consumidores finales. Y una de las opciones por las que están optando muchos de ellos es por esconderse detrás de una VPN. Este tipo de servicios nos permiten obtener un extra de privacidad a la hora de acceder a cualquier sitio web, ocultando nuestros datos, al mismo tiempo que nos permite simular que la conexión se está realizando desde cualquier otra parte del planeta.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el uso de este tipo de recursos solo va a dificultar el rastreo, pero no lo imposibilita. Además, el máximo mandatario del organismo mencionado anteriormente ha sido claro al respecto y ha matizado que aquellos s que se decanten por el uso de este tipo de mecanismos podrían ser susceptibles de recibir las sanciones más severas.
En este contexto, la disconformidad que algunos s manifiestan contra los precios de las televisiones de pago tiene un peso especial. La subida de la inflación en productos de consumo habitual está obligando a elegir a los consumidores por qué tipo de gasto extra decantarse. Como parte de la parte de presupuesto dedicado al ocio, el deporte suele estar siempre presente, aunque es habitual que conviva con la decisión de quienes prefieren arriesgarse y buscar la oportunidad de ese consumo gratuito. En muchos casos, conscientes de que están cometiendo una infracción.
El uso de VPN sería contraproducente
Maximiliano Capitanio exponía recientemente que “Quien utiliza VPN no es un inconsciente, sino que sabe que está cometiendo un delito. Y, por tanto, se arriesga a una multa de hasta 5.000 euros”. Es decir, mientras que aquellos que consumen fútbol, o cualquier otro contenido, de forma ilegal pueden no ser conscientes de la ilegalidad que están cometiendo, puesto que hasta el momento actual siempre se ha tratado de perseguir a la plataforma redifusora, no al final, no ocurriría lo mismo en el caso de aquellos que apuestan por el uso de una VPN. Se actuará de un modo mucho más serio con aquellos que, de forma plenamente consciente, con intermediación de medidas de protección, se hayan saltado la norma.
En este caso, quedaría constancia del conocimiento de que se trata de un acto ilegal. Y, por ende, la exposición a recibir sanciones sería mucho mayor: con multas que, en el caso italiano, podrían alcanzar los 5.000 euros.