A la hora de sentirnos a gusto y satisfechos como clientes de una operadora, influyen muchos aspectos. Uno de los más importantes, sin duda, es el precio que pagamos por nuestra tarifa de Internet y/o telefonía. Con el paso de los años, sería lógico pensar que estas compañías tratasen de mantener fidelizados a sus clientes a cambio de descuentos y promociones, pero no siempre es así.
Al final, aunque uno prefiera la tranquilidad de permanecer como cliente de un operador concreto durante mucho tiempo, si se quiere una rebaja sustancial en las condiciones económicas de la tarifa en cuestión, acaba siendo mejor irse… o al menos amenazar con hacerlo.
Amago de portabilidad
Una de las formas más sencillas para conseguir una buena oferta, aunque tenga sus riesgos, es llamar al servicio de atención al cliente de tu operadora y pedir que te pasen con el departamento de bajas. Tras explicar tu disconformidad con el precio de tu tarifa y mostrar intención de baja, lo más probable es que un comercial trate de disuadirte con una contraoferta que haga que te quedes. Al fin y al cabo, el operador preferirá mantener un cliente, aunque pague menor cuota, que perderlo. También hay una posibilidad de que, al solicitar formalmente la baja, tengas la mala suerte de que te la tramiten sin objeciones.
En ADSLZone nos hacemos eco de promociones y descuentos que ofrecen los principales operadores para fibra, móvil o televisión, pero en la gran mayoría de casos, los clientes actuales no pueden acogerse a estas rebajas o mejoras de las condiciones de tarifa. Es lo que acaba causando que haya tal número de portabilidades y otros operadores con precios más bajos reciban a esos clientes insatisfechos a los que su operador no decidió cuidar con un buen ofertón.