Estas son tres de las razones por las que puedes irte de tu compañía gratis, incluso si tienes permanencia

La eterna duda de siempre: si mi operador cambia las condiciones de mi contrato, ¿puedo desvincularme del mismo, incluso si tengo permanencia? En este artículo te contamos los diferentes escenarios en los que puedes llevar a cabo esta desvinculación sin tener que pagar la penalización.
Cuando solicitamos una la portabilidad de nuestro número hacia una nueva compañía, es importante que nos aseguremos de que no tenemos ninguna permanencia asociada a nuestro contrato anterior. En caso contrario, tendremos que abonar una cierta cantidad de dinero con nuestra operadora de origen. La cuantía total dependerá de diferentes factores en función de los servicios contratados y del tiempo restante que quedase de permanencia, entre otros muchos aspectos.
Es importante conocer que siempre existen excepciones y que en el caso de las compañías telefónicas, se contemplan una serie de escenarios que nos permitan romper el contrato firmado y abandonar la compañía sin pagar ningún tipo de permanencia. Aunque, eso sí, te anticipamos que todo debe estar bien justificado para que se pueda realizar.
Cuándo puedo irme gratis de mi compañía, incluso con permanencia
Para que podamos romper el contrato que nos une con nuestra operadora de forma gratuita, incluso si contamos con una permanencia activa, se debe producir un incumplimiento grave del mismo por parte de nuestro proveedor de servicios. Tal y como afirma la Oficina de Atención al de Telecomunicaciones, las operadoras pueden modificar las condiciones contractuales únicamente si han realizado un preaviso de, como mínimo, 30 días.
Las modificaciones en el contrato dan al abonado el derecho de darse de baja sin penalización. De hecho, en la comunicación de la modificación del contrato deberá quedar plasmado este derecho en el caso de que no aceptemos las nuevas condiciones. Sin embargo, el organismo advierte que en muchos casos esta comunicación se produce directamente en la factura que nos envían al correo electrónico o por correo postal, por lo que es recomendable que siempre leamos detenidamente estas comunicaciones para enterarnos de posibles modificaciones a las que se encuentre expuesto nuestro contrato.
Así queda registrado en la Ley General de Telecomunicaciones, en el artículo 67.8, “los s finales tienen el derecho de rescindir sus contratos sin contraer ningún coste adicional cuando el operador de los servicios de comunicaciones electrónicas disponibles al público les anuncie que propone introducir cambios en las condiciones contractuales (…) Los operadores comunicarán a los s finales, al menos con un mes de antelación, cualquier cambio de las condiciones contractuales y les informarán al mismo tiempo de su derecho a rescindir su contrato sin contraer ningún coste adicional si no aceptan las nuevas condiciones”.
Conviene tener en cuenta que la decisión de abandonar la compañía la debemos tomar durante los 30 días de preaviso. Si pasado este tiempo decidimos quedarnos con nuestra operadora, no existirá la opción de librarnos de la penalización en cualquier otro momento antes de cumplir con el periodo fijado en la permanencia.
Qué es un incumplimiento grave
Existen diferentes motivos que se pueden considerar un incumplimiento grave y que, por tanto, darían paso a que pudiéramos romper nuestro contrato y portar nuestro número a otra compañía sin tener que abonar la penalización correspondiente. Uno de ellos es cuando se produce algún cambio en el precio o en el servicio de la tarifa que estamos disfrutando.
Una segunda razón obedece a cuando la compañía está ofreciendo un servicio deficiente al que no cumple con lo prometido. Por ejemplo, cuando la velocidad de internet difiere considerablemente de la contratada y esto impide que podamos hacer uso del servicio con las condiciones que habíamos firmado inicialmente. Por último, otro motivo es el alta de determinados servicios sin nuestro consentimiento, probablemente vinculados a un cambio en las condiciones generales de dicho contrato.
Como decimos, existe la posibilidad de abandonar nuestra operadora cuando tenemos una permanencia activa, pero todo debe estar bien justificado para evitar problemas en el futuro.