En los últimos treinta años el mundo ha vivido una transformación brutal de lo analógico a lo digital. Una evolución en la que España no se ha quedado atrás, convirtiéndose en un referente a nivel mundial y situándose en el tercer puesto en cuanto a despliegue de fibra óptica se refiere.
El auge de los dispositivos conectados y los paquetes convergentes de fibra y móvil ha hecho acelerar la transformación de líneas de ADSL o satélite rurales a fibra óptica. En este proceso, liderado por Movistar, se han involucrado el resto de competidores, como Vodafone u Orange, cada uno con sus respectivas ofertas ya no solo de Internet, sino de paquetes completos de televisión y otros servicios, disponibles en alta calidad y sin interrupciones gracias a las nuevas redes FTTH, aunque no todos van a poder sustituir a las cobertura de fibra óptica ofrece llegando a cubrir entorno al 75% de los hogares españoles.
JM Alvarez-Pallete@jmalvpalEspaña, tercer país del mundo con mayor despliegue de #FibraÓptica. @Telefonica https://t.co/dVWaHPkFUf06 de septiembre, 2021 • 22:15
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Los grandes beneficiados del despliegue
Pero no solo los hogares salen beneficiados de la amplia red de fibra óptica, para muchas empresas, disponer de conexiones a Internet de alta velocidad ha sido una de las mejores apuestas. En las grandes empresas, ha permitido que sus trabajadores pudieran conectarse a sus redes internas a través de una VPN y poder teletrabajar desde casa casi como si estuvieran en la propia oficina, a excepción del mobiliario. En cambio, para los pequeños empresarios, disponer de fibra ha sido vital para su despegue a nivel nacional e internacional, pudiendo darse a conocer y gestionar sus productos y servicios más allá del ámbito local, como muchos ganaderos o pequeños agricultores.
Además, la amplia red de fibra hace posible el despliegue de las tan comentadas redes móviles 5G, capaces de conectarse a velocidades de vértigo, con una latencia irrisoria y con posibilidad de conectar más del doble de dispositivos que con las actuales redes 4G.
Podemos decir que España está bien conectada, a excepción de esas pequeñas zonas rurales que todavía quedan por cubrir pero que, en un breve periodo de tiempo, antes de 2025, contarán con despliegue de fibra óptica.