La venta de Vodafone a Zegona tendrá que esperar: se retrasan estas autorizaciones claves

Aunque parecía que la autorización de la compra de Vodafone España por parte de Zegona era algo inminente, teniendo en cuenta que ya contaba con el apoyo de la CNMC y la Comisión Europea, todavía enfrenta los dos grandes flecos pendientes en forma de autorizaciones.
Dos autorizaciones nacionales que dependen del Gobierno de España se están demorando y pueden llevar a un nuevo retraso en la entrada oficial de Zegona en el operador rojo. ¿Primer trimestre o primer semestre?
Retrasos en la autorización a Zegona
Parecía que la entrada de Zegona en Vodafone España tras invertir 5.000 millones de euros (de los que 4.100 millones se pagarán en efectivo y hasta 900 millones de euros en compra de acciones preferentes) en la compra del operador rojo iba a ser inminente tras contar ya con el respaldo de la Comisión Europea y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Sin embargo, todavía hay más trámites pendientes y estas autorizaciones tienen que ver con el Gobierno. La primera de ellas tiene que ver con el Ministerio para la Transformación Digital y de Función Pública, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales. Este tiene que regular el cambio de titularidad que habrá cuando una empresa tome el control de la otra y sea la nueva propietaria del espectro radioeléctrico que actualmente tiene en su poder Vodafone.
A favor de Zegona está el hecho de contar con dos de las cuatro autorizaciones necesarias. La primera la de la Comisión Europea, que dio luz verde de forma prácticamente instantánea al considerar que este era una caso exclusivo de cambio de titularidad, sin que la operación suponga por sí misma cambio alguno en el mercado español. Algo más de complicación podía tener el hecho de que Vodafone ha sido receptora de ayudas públicas concedidas por Bruselas, pero tampoco fue problema para autorizar el cambio de titularidad.
También se llevó el OK de la CNMC. Lo hizo, además, en primera fase, al no considerar que hubiera riesgos para la competencia, que es precisamente su ámbito. Como Zegona, a pesar de haber tenido presencia anterior en nuestro país con Telecable o Euskaltel, no tiene ahora mismo negocio en nuestro país, “la operación de concentración no modifica significativamente la estructura de los mercados afectados, produciéndose solamente un cambio en la titularidad del control de Vodafone en España”.