Los volúmenes de inversión en despliegue de fibra óptica han alcanzado niveles extremadamente altos que han llegado a colocar a España a la cabeza en el despliegue en Europa. No obstante, ahora las subcontratas de Movistar, Vodafone y MasOrange están sufriendo una importante desaceleración de trabajo que las está colocando en una situación muy complicada.
Empresas especialistas en España como Cobra y Zener, dos firmas que trabajan como subcontratas de las grandes operadoras, están dando cuenta de los problemas por los que están pasando en la actualidad. Si bien poco tiempo atrás la situación era muy beneficiosa para ambas partes, tanto para las operadoras como para las subcontratas, ahora que el mercado se ha calmado están sufriendo las consecuencias.
Las inversiones se están frenando
El primer semestre de 2024 está siendo muy distinto a lo que se podrían haber esperado estas subcontratas y ha supuesto que se den con la realidad de manera contundente. En declaraciones a El Independiente fuentes conocedoras de lo que ocurre dicen que, por ejemplo, Telefónica ha llevado a cabo la paralización de las inversiones desde el final del primer trimestre de 2024. Eso, por supuesto, está pasando factura a estas empresas que dependían de los encargos de estos clientes para desplegar la fibra óptica y llevarla a lo largo y ancho de la geografía española.
Debido a esta situación, las empresas que ofrecen sus servicios de despliegue a las operadoras, han tenido que comenzar a realizar despidos. No obstante, fuentes que han hablado con El Independiente y que son cercanas a las operadoras, mencionan que se trata de una situación lógica. Las operadoras españolas se han puesto a la cabeza del despliegue de fibra en Europa, lo que se ha materializado ahora en una ralentización en la necesidad de seguir realizando este trabajo al mismo ritmo que antes.
Hay más motivos que lo explican
Otra de las razones que ha llevado a este cambio en el ritmo de encargos que reciben las operadoras se encuentra en la manera en la que Orange, Movistar o Vodafone están colaborando cada vez más. Ya no invierten tanto de manera independiente, sino que están abiertas a unir esfuerzos y que así la inversión en la instalación de redes acabe siendo inferior. Eso, cómo no, tiene una consecuencia directa en las subcontratas, que se encuentran con que estas alianzas pasan factura directamente sobre su cuota de trabajo.
No hay que olvidar que MásMóvil y Orange ya se han fusionado y que incluso, justo hace pocas horas, te hemos hablado de cómo ahora MasOrange está valorando la posibilidad de crear una alianza estratégica con Vodafone en forma de otra empresa de fibra. Eso llevará a que, como consecuencia, el volumen de encargos de las subcontratas se siga viendo afectado.
Las fuentes que han hablado con el periódico también dicen que las operadoras han acabado poniendo el freno porque se han dado cuenta de que han sobreinvertido en el despliegue de la fibra óptica. Aunque ha supuesto gastar más dinero, la consecuencia directa de este elevado volumen de inversión se ha comprobado en el liderazgo que ocupa España en Europa. Con una cifra de cobertura superior al 70%, España lidera por delante de la mayoría de grandes potencias del continente.
En cualquier caso, las subcontratas no se van a quedar sin trabajo de forma inmediata tal y como se podría imaginar. Ahora mismo, aunque se reduce el volumen de encargos y proyectos que reciben, siguen siendo fundamentales para el despliegue de las conexiones de fibra en las zonas rurales. Su servicio también es importante para poder extender las redes móviles y, por otra parte, no hay que dejar de lado que Digi quiere tener una potente red de fibra propia. Con operadoras como Digi, estas empresas que ofrecen sus servicios, todavía tienen mucho trabajo por delante.
Lo que está claro es que el mercado de las telecomunicaciones pasa por un momento delicado con la concentración de empresas como Orange y el Grupo MásMóvil, el ascenso de Digi o Finetwork y los posibles movimientos que pueden llegar en los próximos meses.