Que Telefónica, Orange y Vodafone colaboren en una acción unificada, contando incluso con la participación de otras operadoras, no es lo más frecuente que suela ocurrir. Pero todas ellas se han querido unir con un objetivo común: poner freno a uno de los proyectos más recientes de Starlink.
El éxito mundial que está alcanzando Starlink va cada vez a más. La empresa, conocida por ofrecer servicio de Internet por satélite, quiere cambiar el mundo de distintas maneras. Uno de sus últimos planes, tal y como comentamos semanas atrás, incluye el proporcionar conexión de satélite directamente en los móviles de los s en situaciones de emergencia. Para Elon Musk resulta un paso clave en el futuro, pero las operadoras no están contentas con lo que supondrá a muchos niveles.
Una carta enviada en conjunto
El documento que han enviado las operadoras que están colaborando es una carta a la FCC con la intención de que la entidad estadounidense no ceda a las peticiones que le ha hecho SpaceX. Y dejan claro que, si se da vía libre a Starlink para ofrecer su servicio directo a móvil, tendrán que tomar medidas al respecto. Como es natural, no se desvelan los planes concretos que tienen a partir del momento en el que eso ocurriera, pero sí marcan una posición muy sólida en cuanto a la convicción que tienen de frenar los pies a SpaceX.
La carta, que incluye los nombres de los representantes en este proceso de Liberty Global, Orange, PPF Telecom Group, Telefónica, Telenor, United Group y Vodafone tal y como puedes ver en la imagen, explica cómo se oponen a que Starlink pueda llegar a operar más allá de los límites impuestos en la emisión de radio normal. Les preocupa que esto llegue a ser un problema para los operadores de redes móviles terrestres y para el servicio del que sacan partido sus s. Y remarcan que el mercado europeo, al que representan en gran medida las operadoras firmantes de la carta, cubre un rango de más de 450 millones de s móviles.
Temor a las interferencias
Las operadoras europeas del sector de las telecomunicaciones están preocupadas por las interferencias que se pueden producir en sus servicios si las emisiones satélite de Starlink superan los límites establecidos. Esto es algo que también criticaron las operadoras estadounidenses con anterioridad, en especial Verizon y AT&T, dos de los nombres más importantes del mercado. El grupo en contra de la empresa de SpaceX sería, por lo tanto, superior y tendría mucho músculo. Además, tal y como reflejan en su carta, las operadoras europeas no solo critican, sino que plantean una advertencia sobre lo que podría ocurrir en el caso de que se dé vía libre a Starlink para desplegar su servicio de satélite a móvil.
Así, dicen que, cualquier decisión que se tome que beneficie a que Starlink pueda llevar a cabo sus planes y que genere problemas en los operadores que han obtenido la licencia para ofrecer el servicio móvil, tendría consecuencias. Hablan sobre cómo, debido a que se reduciría la calidad de su servicio y aumentaría los costes que tendría poder mantener la estabilidad, tendrían una base legal sobre la cual solicitar daños y perjuicios. Por lo tanto, se eleva el problema a un nivel superior y se asientan unas bases que SpaceX deberá tener muy en cuenta.
Por ahora, la FCC no ha tomado ninguna decisión. SpaceX necesita que se le proporcione una mayor flexibilidad en la forma en la que pueden actuar, puesto que de otra manera no podrán ofrecer el servicio que tanto quieren llevar a los s. La última vez que hablaron con la FCC, les explicaron que, si no reciben ese permiso que necesitan, en situaciones de emergencia o momentos críticos, los ciudadanos seguirán incomunicados tal y como ha ocurrido en otras ocasiones. Por lo tanto, no hay duda de que se trata de una situación difícil que, hoy por hoy, no sabemos cómo terminará.