Las conexiones de fibra óptica son cada vez más rápidas. Los operadores están subiendo las velocidades a cifras de 500, 600 y 1.000 Mbps, con la mínima disponible siendo de 100 Mbps. Todas estas conexiones tienen algo en común si se contratan dentro de un mismo operador: que la latencia y el jitter que ofrecen son las mismas, siempre y cuando no haya otras personas saturando nuestra red con su conexión.
La latencia que tenemos con la fibra óptica tiene la ventaja de ser muy baja y estable. En las zonas de la península más alejadas de Madrid, tenemos latencias incluso de menos de 20 ms, mientras que, en la propia Comunidad de Madrid, la latencia suele situarse al mínimo que permite la tecnología GPON. Con la XGS-PON, la latencia baja aún más a cifras de 1 ms o incluso 0 ms dependiendo de dónde esté el servidor con el que estemos haciendo la prueba.
El jitter: ¿es estable tu latencia?
Sin embargo, hay diversos factores que pueden afectar a esa estabilidad de la latencia. Por lo general, es difícil que haya algún problema técnico por parte del operador, ya que las conexiones de fibra óptica son muy estables. Sin embargo, dentro de casa podemos tener multitud de problemas.
Por ejemplo, si tenemos fibra de 100 Mbps y somos varios en casa, no es difícil que alguien sature la conexión si está descargando un archivo, o hay varias personas viendo Netflix a la vez. En esas situaciones, incluso si tenemos un QoS bueno que priorice la conexión gaming, vamos a tener algo de inestabilidad en la señal.
utilizar un cable Ethernet para garantizar la mejor estabilidad. Si hay mucha gente usando Internet en casa, quizás necesites contratar más velocidad de fibra.