La respuesta a esta pregunta es bastante simple: las densas capas de hormigón que separan el túnel del exterior bloquean la señal de radio procedente de los satélites. Los dispositivos GPS usan además hasta cuatro satélites al mismo tiempo para proveer información precisa de latitud, longitud y altitud, y sin una línea directa entre el aparato y el cielo, el GPS no va a funcionar correctamente.
Pero lo más interesante no es el motivo de este problema de señal, sino cómo Google está implementando una solución y cómo ciudades de varias partes del mundo, entre las que se encuentra Madrid, están aplicando este método.
Dado que no es posible hacer llegar la señal dentro de un túnel, Google anunció en enero de 2024 su propia solución: instalar balizas bluetooth (bluetooth beacons) dentro de los túneles, que pueden transmitir información de ubicación a los navegadores para no depender de los satélites en estos tramos cubiertos o bajo tierra. Estas balizas o microcontroladores son dispositivos de bajo consumo energético (de ahí que también se conozca esta tecnología como Bluetooth Low Energy o BLE), que funcionan mediante baterías y se adhieren a las paredes internas o al techo del túnel.
Es esta la tecnología que el Ayuntamiento de Madrid desplegará en los túneles de la M-30 de Madrid para que perderse en estas vías por falta de direcciones pase a ser cosa del pasado, como informamos la pasada semana.
Para la transmisión de información, las balizas usan un protocolo llamado Eddystone EID (estas últimas, siglas de Ephemeral ID o identificación efímera), con el que se pueden transmitir datos encriptados, al incluir soporte para transmisión segura de telemetría. El protocolo «define un formato de mensaje de Bluetooth de bajo consumo (BLE) para mensajes de balizas de proximidad. Describe varios tipos de tramas diferentes que pueden usarse individualmente o en combinaciones para crear balizas que se pueden usar para una variedad de aplicaciones», tal y como detalla su repositorio en GitHub.
En conjunto con Eddystone, también usan los protocolos iBeacon y sBeacon. La tecnología iBeacon es muy similar a la que hemos comentado, siendo simplemente una capa o versión de Apple del mismo protocolo. sBeacon, por su parte, hace referencia a una arquitectura sin servidor, lo que significa que no necesita de una infraestructura permanente para funcionar, lo que reduce los costes y mejora la escalabilidad.
Como se detalla en la página de especificaciones de estas balizas, pueden aguantar temperaturas de entre -30 grados y hasta 75 grados, y cuentan con una certificación IP67 que avala su resistencia frente a agua y rayos UV.