El Bluetooth y el WiFi comparten la misma frecuencia. Ambos estándares inalámbricos operan en la banda de los 2,4 GHz, aunque el WiFi lo hace también en los 5 GHz y próximamente 6 GHz. Sin embargo, el WiFi alcanza velocidades de decenas y hasta cientos de Mbps en 2,4 GHz, pero el Bluetooth no. ¿Por qué?
Hay dos factores importantes que hacen que el WiFi y el Bluetooth difieran en alcance y velocidad. El primer aspecto que hay que tener en cuenta es la potencia utilizada para emitir cada señal, y la segunda es el ancho de banda que se utiliza en cada emisión para enviar contenido.
La potencia del Bluetooth suele ser menor que la del WiFi
Empezando por la potencia, cuanta mayor sea la potencia con la que se emita una señal, mayor será su alcance. En el caso del WiFi, la potencia máxima es de 0,1 W (o 100 mW) para las redes de 2,4 GHz, y de hasta 0,2 W (o 200 mW) en las de 5 GHz. En cambio, en el caso del Bluetooth, la velocidad varía dependiendo de la clase. Las clases del Bluetooth son:
- Clase 1: alcance de hasta 100 metros, con una potencia media de 100 mW
- Clase 2: alcance de hasta 20 metros, con una potencia media de 2,5 mW
- Clase 3: alcance de hasta 1 metro, con una potencia media de 1 mW
- Clase 4: alcance de hasta 0,5 metros, con una potencia media de 0,5 mW
Como vemos, una señal básica de Bluetooth de Clase 1 tiene un alcance de 100 metros con una potencia de 100 mW. Esa distancia es similar a la que puede llegar a alcanzar una señal WiFi de 2,4 GHz, ya que opera utilizando la misma potencia de 100 mW. El WiFi de 5 GHz, al tener un alcance más limitado por tener una frecuencia más alta, utiliza el doble de potencia.
el Bluetooth lo tiene difícil para alcanzar altas velocidades de transferencia como las que tiene el WiFi.