Hoy en día dependemos tanto de la tecnología que también acaba suponiendo un riesgo para nuestra red, ya que los ciberdelincuentes van a tratar de adentrarse en ella en cualquier dispositivo conectado, desde ordenadores portátiles y de escritorio hasta servidores y teléfonos inteligentes.
Las redes de hoy en día a menudo se componen de los propios dispositivos y cómo están conectados: a través de Internet, a veces a través de VPN, a los hogares y oficinas desde donde trabaja la gente, a la nube y los centros de datos donde residen los servicios, etcétera. Entonces, ¿qué amenazas enfrentan estas redes modernas?
Vulnerabilidades para violar redes y robar información
El uso de software obsoleto es otras de las principales vulnerabilidades que suponen una amenaza para tu red. Las soluciones de seguridad publican con frecuencia parches que solventan nuevos agujeros de seguridad o vulnerabilidades que pueda haber en la red y sus dispositivos conectados. La aplicación de dichos parches puede ser más sencilla a nivel doméstico, aunque más compleja a nivel de una organización empresarial, pero es esencial, ya que también podría descubrir configuraciones incorrectas como las que hemos mencionado anteriormente.
Ataques de red y otros fallos
Los ataques de denegación de servicio (DoS) está destinado a cerrar su red y hacerla inaccesible. Estos se pueden hacer de varias formas, tanto mediante malware como enviando un volumen de información que colapse la red y provoque un bloqueo. El ataque DoS evita que los clientes o empleados utilicen el servicio o los recursos que esperan, principalmente destinados a sitios web de organizaciones de alto perfil, como bancos, empresas de medios y gobiernos.
Aunque no suelen provocar el robo o la pérdida de datos, su resolución puede costar una gran cantidad de tiempo y dinero. Una red de entrega de contenido (CDN) configurada correctamente puede ayudar a proteger los sitios web contra ataques DoS y otros ataques maliciosos comunes.
permitir el remoto y el control de los sistemas afectados.
Por último, los errores o desorganización en la gestión de la superficie de ataque hacen menos efectiva su protección. Sin un inventario completo y actualizado de los activos conectados a Internet, no se sabe a ciencia cierta qué servicios están disponibles y cómo los atacantes pueden intentar ingresar a ellos. Cuando las empresas intentan documentar sus sistemas, a menudo dependen de la actualización manual de una hoja de cálculo simple, pero entre los cambios de configuración, las nuevas tecnologías y la TI en la sombra, rara vez saben exactamente qué activos poseen o dónde. Pero descubrir, rastrear y proteger todos estos activos es un componente crítico de una seguridad.