Las estafas y fraudes telefónicos están a la orden del día y algunos comportamientos que tengamos ante la llamada de un desconocido pueden ponernos en un gran riesgo de perderlo todo. Es clave no aportar datos personales si nos llama un desconocido probablemente suplantando la identidad de otros, pero algo tan inocente como decir “sí” también puede meternos en problemas.
Hay varias formas de contestar a una llamada y algunas de ellas pueden suponer un riesgo más que otras. A partir de ahora, hay ciertas palabras que deberías prohibirte decir ante la llamada de un número desconocido.
El peligro de decir “sí”
El fraude del “sí” al contestar al teléfono es uno de los que más recientemente ha querido alertar el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). España tiene fama de ser uno de los países más «secos» o escuetos a la hora de contestar al teléfono. Lo más frecuente es hacerlo con “¿diga?”, “¿dígame?” o un simple “¿sí?”. Esta última, podría ser un problema futuro.
Lo mismo puede suceder si usamos en ese tipo de llamadas el adverbio utilizado para expresar afirmación o confirmación. “El simple acto de decir ‘sí’ puede convertirse en una puerta de entrada para una serie de problemas. Al grabar nuestra voz, los estafadores pueden utilizarla para autorizar transacciones financieras, contratos o incluso falsificar nuestra identidad. Además, las grabaciones de voz también pueden ser manipuladas y utilizadas como evidencia en situaciones que podrían poner en riesgo nuestra reputación”.
El INCIBE recomienda hacer lo siguiente:
- Mantén la calma: Es comprensible sentirse preocupado o asustado, pero intenta mantener la calma y pensar con claridad. La toma de decisiones racionales te ayudará a abordar la situación de manera más efectiva.
- Cuelga la llamada: Si sospechas que la llamada es fraudulenta o no te sientes cómodo con la situación, simplemente cuelga. No proporciones ninguna información adicional y evita prolongar la conversación.
- Verifica la legitimidad: Si la llamada supuestamente proviene de una entidad financiera o empresa legítima, busca el número de o oficial de esa organización y llámalos directamente para verificar la autenticidad de la llamada. No utilices los datos de o proporcionados por el presunto estafador, ya que podrían ser falsos.
- Monitoriza tus cuentas: Haz un seguimiento cercano de tus cuentas bancarias y tarjetas de crédito para detectar cualquier actividad inusual. Si notas transacciones no autorizadas, informa a tu banco de inmediato.
- Controla la información que circula sobre ti en la red: Realiza egosurfing para conocer la información sobre ti publicada en Internet. Además, activa las alertas de Google para recibir notificaciones sobre menciones de tu nombre o información personal y poder tomar las medidas necesarias para su retirada de Internet.
- Cambia las contraseñas y códigos de seguridad: Para estar seguro, cambia las contraseñas y los códigos de seguridad relacionados con tus cuentas que pudieran estar comprometidas. Utiliza contraseñas fuertes y únicas que sean difíciles de adivinar.
- Mantén registros: Guarda cualquier evidencia relevante, como números de teléfono, grabaciones de llamadas, correos electrónicos o mensajes de texto recibidos durante la estafa. Estos registros pueden ser útiles para informar a las autoridades y respaldar cualquier reclamo futuro.
- Denuncia la estafa: Interpón la denuncia correspondiente ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado proporcionando todos los detalles y evidencias de las que dispongas.