Durante los últimos años, las cajas de IPTV Ubox fabricadas en China han inundado el mercado en Taiwán. Con más del 30% de la población usando los dispositivos, que otorgan a 72 plataformas de televisión de pago y contenido de transmisión en directo, Taiwán se vio presionado por Estados Unidos por la vulneración reiterada de derechos de autor y los graves perjuicios económicos al país.
Cae el responsable de las cajas pirata Ubox
En un informe con fecha de octubre de 2022, en una sección dedicada a Taiwán, la MPA describe en detalle a Unblock Tech y señala que sus dispositivos ‘Ubox’ presentan un desafío de «piratería y persecución enorme». Era cuestión de tiempo que, ante una amenaza de semejante calibre para una de las principales organizaciones antipiratería principales junto a su socia ACE, cayeran sus responsables.
Un anuncio sorpresa publicado ayer por la Oficina del Fiscal del Distrito de Nuevo Taipei revela que el presunto jefe de operaciones de Unblock Tech en Taiwán ahora ha sido acusado de infracciones masivas de derechos de autor.
Los fiscales dicen que el hombre (identificado solo por el apellido ‘Huang’) trabajó con socios en China para obtener ilegalmente películas y contenido televisivo con derechos de autor (algunos relacionados con los Juegos Olímpicos) de 72 empresas legales, antes de distribuir transmisiones ilegalmente a través de servidores «ubicados en el extranjero” para los s de dispositivos Ubox. El sospechoso acusado identificado como ‘Huang’ tiene treinta y tantos años.
Estaba entre los otros 11 arrestados ya en 2021, incluidos dos hombres de aproximadamente la misma edad que trabajaban en la misma empresa. Siete hombres y una mujer, todos de entre 30 y 45 años, fueron arrestados bajo sospecha de delitos de distribución. Otros dos hombres, de entre 25 y 40 años, fueron arrestados bajo sospecha de operar servidores.
El Ministerio de Justicia de Taiwán buscó la ayuda del Departamento de Justicia de Estados Unidos, un paso lógico según los informes de investigación. Los recursos de la red que respaldan la piratería masiva en Taiwán y alientan las críticas de los titulares de derechos estadounidenses se vincularon directamente con empresas en los propios Estados Unidos.