¿Te cuesta entender los diálogos de las películas? No eres el único y el problema no es tuyo

Es posible que lo hayas comenzado a notar hace poco: los diálogos de las películas cada vez se escuchan peor. Quizá pienses que es problema tuyo, pero lo cierto es que se trata de algo más complejo de lo que puedas imaginar. La industria es consciente de lo que está pasando y no parece que nadie le ponga remedio.
No escuchas bien una conversación en una película y subes el volumen. Luego te encuentras con que el resto del audio está tan alto que tus oídos parecen sangrar del dolor. Pero lo subes porque es la única manera de escuchar lo que dicen. Y te planteas muchas posibilidades, como que los actores no estén vocalizando, que te estés haciendo mayor o que tu equipo de sonido tenga algún problema. Pero ni una cosa ni la otra, el problema es distinto.
Los expertos lo reconocen
Como te decimos, todos esos motivos posibles que te hemos mencionado en el párrafo anterior, aunque suenen bien, no son la explicación. El problema es más simple y más preocupante: la calidad de las pistas de diálogo en películas y series está empeorando. ¿Por qué? Hay distintos especialistas que hablan de ello y aportan sus propias teorías, dado que no hay una explicación absoluta que lo explique.
Uno de los motivos es que, de manera deliberada, las productoras están sacrificando la calidad de los diálogos a cambio de poder ahorrar en costes. Por ejemplo, para conseguir el mejor audio en las conversaciones se requiere colocar los micrófonos en lugares concretos y, en muchas ocasiones, con el uso de una pértiga. Pero el problema es que este rio suele incrementar la inversión en posproducción. Es frecuente que, para obtener el mejor resultado, el micrófono tenga que estar encima del actor y eso es algo que puede generar una sombra. Luego esa sombra se tiene que eliminar en posproducción, lo que hace que aumente el coste. Y, por lo general, las productoras prefieren no invertir el dinero en ello.
Hay más explicaciones
Otro de los problemas es técnico. Los expertos recuerdan que, cuando el sonido se grababa de forma analógica y no digital, todo era más sencillo. Quizá la tecnología no era tan avanzada, pero los diálogos, la música y los efectos de sonido estaban en armonía y no se encontraban en una constante lucha como ocurre en la actualidad. Con la tecnología actual, los diálogos tienden a ser el rival más débil y, cuando escuchas una película en la televisión sin equipo de sonido, tus altavoces están preparados para darle más relevancia a los efectos y a la música.
botón para activar los subtítulos. Pero, siendo objetivos, no se trata de la solución a la que vayamos a querer agarrarnos para seguir disfrutando del cine. La industria debería replantearse la forma en la que invierte en el sonido de sus grabaciones y así conseguir recuperar una calidad de escucha más digna, más propia de lo que teníamos en el pasado, pero con la tecnología actual.