El debate sobre si es legal introducir en el cine alimentos de fuera, ya sean palomitas o cualquier otro tipo de artículo, parece que finalmente se termina. La multa que se ha llevado Yelmo Cines en la reclamación realizada por los consumidores servirá de base para que este tipo de incidentes acaben.
A inicios del presente año, la Asociación de Consumidores y s Vascos y Facua emitieron una denuncia contra Yelmo Cines tras las reclamaciones que habían puesto algunos clientes del cine. Se reclamaba la forma en la que la empresa había impuesto la norma de no permitir entrar comida de fuera en algunas de sus salas de Vitoria y Bizkaia. Y eso, por supuesto, generó mucho malestar. Ahora el Instituto Vasco de Consumo condena a la cadena cinematográfica a pagar una multa.
Libertad para los consumidores
No han sido pocas las veces en las que las redes sociales se han llenado de mensajes en los que distintas personas critican cómo Yelmo Cines les había impedido entrar comida o bebida de fuera. En verano, recordamos cómo el recientemente fallecido tuitero, El Hematocrítico, criticaba una situación similar. Su caso fue el de muchas otras personas que ahora se alegran al ver cómo se ha sentado cátedra al hacer pagar a Yelmo Cines una multa de 30.001 euros.
Lo que le va a doler a Yelmo Cines no es el valor de la multa, aunque seguro que también lo hace, sino que se establece un precedente que va a impedir que continúen con su política. Porque lo más probable es que las denuncias por parte de Facua y de las distintas entidades regionales se vayan acumulando y que esos 30.001 euros se acaben multiplicando de una manera descontrolada. Para evitarlo, Yelmo Cines tendrá que dar su brazo a torcer y permitir a los clientes lo que demandan: poder elegir dónde comprar sus snacks para ver la película.
Un cine no es un restaurante
La cláusula que tenía Yelmo Cines en la que argumentaba que no se podían entrar alimentos o bebidas de fuera del recinto, ha acabado considerándose abusiva. El motivo principal es que se ha reafirmado el argumento que transmitían los consumidores, quienes creen que los locales de Yelmo Cines tienen como negocio principal el permitir a los espectadores disfrutar de películas y experiencias cinematográficas. Más allá de eso, que ofrezcan palomitas, bebida u otro tipo de alimentos acaba siendo un factor secundario que complementa la experiencia principal. Y, por ello, no debe tenerse en cuenta como condicionante a lo que quieran los espectadores traer de sus casas o comprar en otras tiendas.
ver películas en Netflix. Un cambio en los precios por parte de los cines tampoco estaría de más para solucionar parte del problema.