La Unión Europea, en su plan de ahorro energético, quiere menos brillo o menor consumo para HDR en las Smart TV. Esto afectará especialmente a aquellos modelos que han conseguido una calificación energética más baja debido a su alto consumo de energía, con especial incidencia en los modelos 8K, que quieren ser el futuro de las televisiones.
La Unión Europea ya planteó directivas para regular el consumo de los televisores del futuro. Ese momento está al caer y así cambiará la normativa a partir de diciembre de 2022.
Prioridad: el consumo de la Smart TV
A no ser que la Unión Europea conceda una prórroga a última hora de las condiciones exigidas para 2023, para diciembre de 2022
¿Por qué la fijación con el HDR? Con el cambio de normativa, las nuevas etiquetas energéticas evalúan por separado el consumo en SDR (rango dinámico estándar) y en HDR (alto rango dinámico). Esta doble certificación viene del hecho de que las imágenes en HDR son más brillantes, por lo que producen un pico de consumo de energía. La normativa que entrará en vigor en diciembre de 2022 obliga a un consumo máximo que se calcula en función de variables como tamaño y resolución y produce un resultado llamado Índice de Eficiencia Energética que será necesario para todos los televisores que se vayan a vender dentro de los países de la Unión Europea.
Es por ello que últimamente se están presentando menos modelos en 8K en ferias especializadas, pues los fabricantes asumen que será imposible (e ilegal) venderlos. La última esperanza podría ser que la propia normativa europea recoge la posibilidad de una revisión de sus durísimas condiciones en diciembre de 2022, antes de que entren en vigor, pero no hay constancia de que Bruselas vaya a ejercer esa opción de modificación, y menos con las circunstancias energéticas actuales y los planes de ahorro por todo el continente.