¿Por qué los coches son ahora más caros que hace años? La respuesta la tiene la tecnología

Durante años, comprar un coche era una tarea mucho más simple de lo que es ahora. Solo tenías que sentirte atraído por un diseño que solía ser diferente al resto, hablabas del motor con el especialista y negociabas algo el precio. Con suerte, ese mismo día estabas montado en tu nuevo vehículo , pero las cosas han cambiado, y no para mejor.
Si ahora te estás planteando hacerte con un nuevo coche o reparar el que ya tienes, puede que te estés haciendo la inevitable pregunta de: ¿por qué los coches son tan caros ahora? Y la respuesta está en la tecnología, aunque quizá no es lo que te imaginas.
La tecnología tiene un coste
En cuestión de una década, los coches se han convertido en auténticas naves sobre ruedas plagadas de tecnología, con sensores que controlan todo, asistentes de conducción, múltiples cámaras, retrovisores digitales en lugar de espejos, y un largo etcétera en favor de la seguridad del . Porque sí, toda esa innovación llegó para minimizar todavía más los posibles riesgos a los que se enfrenta el conductor al volante, pero tiene un precio, y no es precisamente bajo.
Por poner en perspectiva, en Estados Unidos, el coste de reparar un coche ha crecido un 60% en los últimos cinco años. Y no solo se trata de una cifra preocupante, es que la tendencia es clara y pone ante nosotros una nueva realidad en la que no solo invertimos al pasar por caja en el concesionario, sino que lo hacemos durante todo el tiempo que tengamos el coche. Es como una hipoteca constante, con mantenimientos que cada año son más caros, talleres que cada vez hacen peor su trabajo y piezas que cuestan una fortuna.

Por ejemplo, arreglar los retrovisores digitales de un Audi e-tron puede salir por entre 800 y 1.500 euros, y sustituir los sensores de aparcamiento, entre 275 y 900. Lamercado de segunda mano. Como los coches nuevos son más caros, los usados también suben de precio. Y también hay que tener en cuenta la parte de las reparaciones. Muchos talleres no están preparados para arreglar los complejos sistemas de los coches modernos sin arriesgarse a descalibrar todo el vehículo. De hecho, algunos fabricantes exigen procesos de calibración tan exhaustivos que adaptar un taller para cumplirlos puede costar entre 600.000 y un millón de euros.
La tecnología ha hecho que los coches actuales sean más seguros, sí. Los accidentes se han reducido, y eso es positivo. Pero también han convertido al coche en una máquina demasiado compleja, difícil de mantener y cada vez menos accesible para el ciudadano medio. Porque más allá del combustible, que no deja de subir, ahora también tienes que pagar por entender y mantener funciones que no pediste y que apenas usas.