Los drones tienen cada vez mayor hueco en nuestras vidas. Estos vehículos aéreos nos pueden ayudar en muchos aspectos y facilitar el trabajo a empresas y compañías. Aunque hay aplicaciones de los drones en la sociedad muy comunes, hay otros ámbitos donde se usan que llaman mucho la atención.
El último uso que se les está dando a estas pequeñas aeronaves no tripuladas es acabar con plagas de insectos que dañan no solo los cultivos y la agricultura, como es el caso de los gusanos, sino también al estado físico de las personas según la especie de insecto. El uso de estas pequeñas naves permite detectar estas plagas y controlarlas.
Una tecnología polivalente
Se han llevado a cabo estudios sobre distintos casos en los que se ha ilustrado tanto como avanza el uso de esta tecnología en este entorno como su capacidad para controlar estas situaciones. Por ejemplo, se encontrarán ubicaciones donde se tomarán ejemplares de agua estancada para las crías de mosquitos, lo que permitirá optimizar la exactitud donde aplicar anti insectos a los lugares donde estén estos mosquitos y sus crías.
Mediante un dron se aplicará también desde el aire pesticida que hará que las larvas que están en los árboles que dan arándanos dejen de aparearse y así paralizar el crecimiento de estas especies. También se planea soltar a ciertas especies dañinas para que acaben con las especies que atacan las cosechas de maíz.
el uso de drones es solo el principio, se espera que se desarrollen nuevos sistemas y mecanismos que aprovechen la tecnología para dirigir y vigilar las plagas de insectos.