La gran resistencia y alta conductividad del grafeno han inspirado a los ingenieros y científicos de todo el mundo a buscarle aplicaciones en todo, desde satélites, raquetas de tenis, ropa y hasta en aviones.
En su trabajo publicado en Nature afirman que este nuevo material maravilla basado en el grafeno podría ser perfecto para aplicarlo en el aislamiento de motores. En los aviones no se pueden usar aislantes convencionales porque cada kilogramo de peso extra resta tanto autonomía como capacidad de carga. Es por ello que la reducción de ruido en cabina es uno de los santos griales de compañías como Boeing y Airbus. Por lo tanto, reducir el ruido en cabina representaría un avance impresionante para los vuelos en avión.