Varias razones por las que gastaría dinero en un ordenador con Linux pese a que el SO sea gratis

Los sistemas operativos basados en Linux, como Ubuntu, Debian, Fedora y un largo etcétera, pueden descargarse gratuitamente de Internet. Son de código abierto, por lo que la filosofía detrás de estos proyectos es muy diferente a la de grandes empresas como Microsoft o Apple, y su modelo de negocio no se basa en la venta del software a individuos. Con el paso de los años, instalar uno de estos SO se ha vuelto mucho más sencillo. A menudo, solo hace falta descargar la imagen ISO de la web oficial, grabarla en alguna memoria externa, conectarla al ordenador que queramos y seguir los pasos. Casi cualquiera puede hacerlo.
Si podemos descargar el sistema operativo sin ningún coste, y podemos usarlo formateando cualquier PC viejo que tengamos a nuestra disposición, ¿para qué querríamos comprar un portátil u ordenador de sobremesa que traiga una distribución Linux preinstalada? Si buscamos en tiendas online como Amazon, encontraremos portátiles con un Linux preinstalado. Algunos proveedores pueden ser la marca PineBook o la empresa con sede en Valencia Slimbook, que venden equipos con un SO de este tipo preinstalado, como Manjaro, Linux Mint o Kubuntu. También la firma Vant ensambla equipos con GNU/Linux siempre en mente.
Pues bien, existen algunos motivos para decir que no es mala idea gastar algo de dinero en un nuevo portátil con un Ubuntu de fábrica, pese a saber que el software es gratuito. Estos son algunos de ellos.
Es lo ideal si no tienes muchos conocimientos
Sabes que Linux funcionará bien en ese PC sí o sí. Un sistema operativo como Ubuntu, evidentemente, está muy capacitado y podrá por sí solo descargar los drivers o componentes necesarios para usar el hardware del equipo en el que es instalado de la mejor manera. No obstante, siempre pueden producirse pequeñas incompatibilidades o, en algunos casos, desconfiguraciones bastante grandes que, si bien no nos impidan usar el equipo, nos eviten poder usar todas las características. Es decir, que comprar un PC con Linux por parte de una empresa especializada te asegurará, tanto si eres novato como más avanzado, contar con un equipo que va a ser 100% compatible con la distro con la que viene, al igual que el hardware de los Mac y su sistema macOS se emparejan a la perfección.
Podrías librarte de problemas que puedan surgir, por ejemplo, al conectar periféricos por bluetooth, o a la hora de exprimir al máximo una tarjeta gráfica para jugar a videojuegos.
Por ejemplo, si miramos la descripción de Slimbook como empresa, podemos entender la propuesta de valor que tratan de ofrecer este tipo de proveedores: «Nacimos para satisfacer la demanda de dispositivos portátiles con compatibilidad Linux ‘listos para usar’, asegurando que nuestros dispositivos funcionen de manera óptima desde el primer momento», indican en su web. Tal vez no te haga falta este servicio, pudiendo comprar cualquier ordenador sin sistema operativo de fábrica e instalándolo tú mismo, pero usar esta opción tiene sus ventajas.
Podrás pedir asistencia si lo necesitas
Lo normal es que, al comprar un PC con Linux de fábrica, puedes con mayor facilidad ar o hablar con la empresa posteriormente en caso de que surja algún error. Si instalas Ubuntu por tu cuenta, siempre podrás acceder a los foros online para tratar de resolver los problemas que se te presenten, pero será más difícil ar con un equipo técnico en concreto. Sin embargo, una empresa que vende portátiles así de específicos contará con un valioso expertise en Linux, por lo que seguramente puedan ayudarte de forma efectiva ante cualquier duda que se te presente.
Favorecerás a Linux frente a las big tech
Finalmente, y aunque este motivo puede ser algo más idealista, no es tontería valorar la gran ayuda que estarás aportando al sector del software libre. Si eres alguien interesado en este movimiento, ya sea porque te guste su propuesta tecnológica o, más bien, te sientas alineados con su filosofía política, te sentirás mejor sabiendo que estás invirtiendo tu dinero en compañías que no solo venden estos productos, sino que tienen una visión alineada con el ambicioso proyecto de GNU/Linux. Cuanto mayores sean los beneficios entrando en empresas del sector open-source, más mejorías deberían producirse en su catálogo de hardware y software, haciendo más competitiva la oferta de productos de software libre frente a las dominantes big tech como Google, Apple o Microsoft.